Carlos Rodríguez Mayo
Según el Diario Montañés, el examen de Física de selectividad de este año vuelve a producir problemas. No es la primera vez ni será la última. Yo no sé si la óptica formaba o no parte del temario ni si el problema en cuestión era fácil o difícil, lo que si que sé es que, según este periódico, hay varios institutos que han emprendido una guerra de reclamaciones que hoy serán atendidas, y quiero hablar sobre eso. La garantía de reclamación que tiene el sistema puede producir en casos como éste un atentado muy serio al principio de igualdad. En efecto, si se estima que el problema de óptica no formaba parte del temario y se anula su influencia en la nota tan sólo en el caso de los reclamantes (cinco institutos al completo), quedan discriminados todos aquellos que no reclamaron. Por lo tanto, a mi modo de ver, o bien no se modifica ninguna nota o bien se modifican todas las notas con arreglo a un nuevo criterio de corrección. En conclusión, que quede claro, sólo deberían modificarse las notas de los exámenes no corregidos con arreglo a los antiguos criterios de corrección. Si no se hace así, si se toma el camino del medio y se valora a unos según el antiguo criterio y a otros según el nuevo, esto será una chapuza más de nuestra selectividad.
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