Carlos Rodríguez Mayo
Se habla ahora de que en la Comunidad de Madrid quieren cambiar las reglas del juego de las oposiciones al cuerpo de maestros, porque la mayor parte de los presentados no sabe por qué provincias pasa el río Duero y comete abundantes faltas de ortografía. Los sindicatos, que son los responsables de la transformación del antiguo sistema de acceso, que se basaba en los principios constitucionales del mérito y la capacidad, ya han puesto el grito en el cielo. Con ello se descubre su doble juego, porque los sindicatos siempre defienden al trabajador frente al interés de los parados, aunque en su propaganda digan lo contrario. Gracias a ellos se ha hecho prácticamente imposible sacar una plaza sin ser antes interino. En este sentido, son muchos los compañeros implicados a su pesar en recientes tribunales que han expresado en voz baja su malestar por tener que dejar en el paro a candidatos excelentes, mientras profesores menos preparados o competentes, después de realizar exámenes muy deficientes, sacaban su plaza.
Ahora, el gobierno de Madrid pretende que sólo se puedan acumular los puntos de la antigüedad como interinos a los examinandos que aprueben el examen, y a mi me parece bien. Me parece una medida necesaria y equilibrada. Y es que hay que pensar primero en los alumnos y hay que seguir el principio constitucional del mérito y capacidad. Sin embargo, el argumento sindical tampoco se debe olvidar. También la experiencia es importante. En resumen, lo mismo que digo siempre. Diálogo y consenso.
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