Carlos Rodríguez Mayo
De pronto el presidente de Cantabria se sube al estrado y nos cuenta los recortes. Para eso, al parecer, ganaron las elecciones, para poner orden en las cuentas, porque se gastaba mucho más que lo que se ingresaba. Yo, aquí, tan sólo le pedía al gobierno que intentase ser justo, que se metiera mano allí en donde se presumía que más derroche había y que se extirpase repartiendo las cargas con justicia.
Como debe de ser común, a mí las medidas no me satisfacen.
El gobierno de Cantabria en lo relativo a educación ha expresado lo siguiente:
1º- Se aumentará la ratio de alumnos por aula en tercero y cuarto de Secundaria Obligatoria, que pasará de 25 a 30 según Europa Press.
2º- Desaparecerá la reducción de jornada para profesores mayores de 55 años
3º- Se aumentará el número de horas lectivas a los profesores en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, desde las 18 actuales a las veinte.
Además se reducirá el número de liberados sindicales, pero no sabemos cuánto, porque es con ellos con quien se va a negociar. Por lo tanto, ningún recorte en primaria ni en el enorme y muy evidente derroche de nuestra universidad y además, según los presupuestos presentados, aumento del gasto en subvenciones para la enseñanza privada concertada. Yo me atrevo a preguntar: ¿Cuánto ha adelgazado la engordada Consejería de Educación durante los años socialistas?
Además se reducirá el número de liberados sindicales, pero no sabemos cuánto, porque es con ellos con quien se va a negociar. Por lo tanto, ningún recorte en primaria ni en el enorme y muy evidente derroche de nuestra universidad y además, según los presupuestos presentados, aumento del gasto en subvenciones para la enseñanza privada concertada. Yo me atrevo a preguntar: ¿Cuánto ha adelgazado la engordada Consejería de Educación durante los años socialistas?
No parece justo que siempre paguen los mismos, mientras los pícaros se siguen dando el festín. Ya está bien.
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