Carlos Rodríguez Mayo
El Sindicato de Estudiantes, que es un sindicato revolucionario de ideología comunista, realiza este año su convocatoria en Enseñanza Media aprovechando la movilización de la Huelga General del próximo día 29 de Septiembre.
Es muy fácil paralizar un Instituto. Nuestro nivel de responsabilidad admite que los estudiantes de Enseñanza Media sean convocados a la inasistencia a clase, bajo la cobertura de una falsa huelga. El derecho de huelga, lo sabemos todos, lo tienen los trabajadores asalariados, no los estudiantes. Pero si los estudiantes no disfrutan de este derecho por no desempeñar un trabajo remunerado, con mayor razón debería de estar claro que los estudiantes menores de edad, que no tienen aún derecho a votar ni tienen otros medios de subsistencia que los que les proporcionan sus padres, no deberían de tener el poder de decidir sobre si asisten o no a clase. En realidad, los llamados a decidir en cualquier convocatoria del Sindicato de Estudiantes deberían ser los tutores legales de los alumnos, es decir, los padres. Sin embargo, hablo también como padre, la dimisión de esta responsabilidad está tan extendida que pretender influir en la decisión al respecto de nuestros hijos es en la práctica una batalla perdida. De este modo, los alumnos, sin tener todavía una ideología formada, son manipulados por aquellos que nunca fracasan, porque siempre representan a la mayor parte de los estudiantes al pedir que no haya clase. En un país verdaderamente democrático estas cosas no deberían suceder. Aquí, sin embargo, no sólo suceden año tras año, sino que nadie dice nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario