Carlos Rodríguez Mayo
Uno se equivoca, tal vez, algo más de lo debido, aunque acierta también en muchas cosas. Eso suele suceder cuando uno se sale al margen de las roderas del camino trillado y conocido. Viene esta reflexión a cuento por las preguntas que los alumnos de ICS han hecho a los profesores candidatos y que no han sido contestadas por algunos.
Al respecto he de hacer y decir algunas cosas.
Lo primero es agradecer a todos los profesores la atención que han prestado a los alumnos en sus horas libres y a los alumnos su esfuerzo por preparar las preguntas y por hacerlas y publicarlas.
Lo segundo es conceder una parte de razón a los profesores que se han negado a contestar, pues una de las preguntas, la primera, se hizo por error, dado que ésta, la relativa a la dirección, había sido formulada de otra manera más suave, es decir, que debería haberse preguntado en estos términos: ¿Considera positiva la labor de la dirección? (Si o No) y no con la menos civilizada: ¿Está usted a favor o en contra de la dirección? que improvisamos en una primera redacción.
Lo tercero es lamentar la tardanza en la publicación de los resultados de estas entrevistas. Nuestra intención era que esta información sirviera para matizar la opinión o el voto que habrá de producirse mañana miércoles. Lo sentimos.
Lo siguiente es justificar las preguntas relativas al bilingüismo, que son el resultado de un interés particular por ese tema, como resulta por casi todos conocido.
Quiero lamentar, además, el no haber preguntado nada sobre módulos profesionales y también felicitarme por las pretensiones democráticas de la labor emprendida, a pesar de su improvisación y a pesar de sus fallos, porque habla de que aún hay gente que entiende que hacen falta cosas como ésta para perfeccionar nuestro sistema educativo y democrático, aunque a algunos les moleste.
Me parece interesante tu artículo Carlos. Fallos tenemos todos, y no podemos ser perfectos. Pienso que cada uno tiene un punto de vista distinto, y cada uno es libre de responder o no a las preguntas que les hemos formulado. Aún asi, hay que agradecerles la atención que hemos recibido por su parte, como bien has dicho, y hayamos obtenido o no sus respuestas, estamos satisfechos ya que han dejado que hablemos con ellos.
ResponderEliminarCreo que las preguntas no contestadas de algunos profesores es normal, aunque en mi caso respondió a todas y se lo agradezco, pero quiero destacar que son preguntas personales y además tenían el derecho a no contestarlas. Tampoco creo que debamos juzgar por si han contestado o no, es lógico también no responderlas.
ResponderEliminarTodo es normal, Iván. Todos nos equivocamos, Ángela... Cada uno de nosotros ha de ser juzgado por lo que hace y por lo que deja de hacer... En efecto somos libres. Somos libres de preguntar y somos libres de responder. Respondemos según lo que pensamos de quién nos pregunta y según la idea que nos hacemos de sus fines, respondemos también según lo que supone el compromiso de contestar sinceramente a esas preguntas.
ResponderEliminarLas preguntas, en efecto, investigaban en la discrepancia y buscaban compromisos que se aceptan o se soslayan en las distintas respuestas. Las respuestas o su ausencia dibujan la personalidad del entrevistado. Yo también les doy las gracias a todos. Ninguno se negó por principio, todos aceptaron el reto. Luego, algunos decidieron que no merecía la pena, que algunas preguntas no debían ser contestadas o al menos hacerse públicas. Lo dejaron, se disculparon... Bien, lo sentimos... Se lo agradecemos, pero por las mismas razones agradecemos y aplaudimos más la postura valiente y comprometida de los que nos han contestado.
Con respecto a nosotros y a la supuesta oportunidad de nuestras preguntas, tengo que decir que intentamos hacer algo complicado y enormemente difícil. Hacemos un periodismo microclimático que choca siempre con un sistema acostumbrado a ser opaco. Un sistema que pretende tener una sola voz, lo cual para mi y para una verdadera democracia es inaceptable... Lo hacemos con respeto, con moderación y buscando un buen estilo. Usamos de nuestra libertad de expresión e investigamos en la realidad para construir Ciencias Sociales, y las ciencias, aunque sean sociales, persiguen la verdad y no el engaño.