Raul Palacios y Ángela Gil
A pesar de la prohibición total de los teléfonos móviles en el centro en horario escolar, muchos de los alumnos siguen utilizándolo en cualquier momento sin pensar en las consecuencias.
La semana pasada en un cambio de clase bajamos a la taquilla a por los libros y cuando subimos nos sorprendimos al ver que uno de los pasillos estaba lleno de alumnos utilizando el teléfono móvil cuando, según la norma, deberían estar apagados o guardados en sus mochilas.
Al parecer las necesidades de uso del teléfono móvil no se deja limitar por ninguna norma.
En un país democrático la ley se cumple siempre, en todo momento, porque la ley, que es de todos, es defendida también por todos, por eso la existencia de normas que no se cumplen plantea dudas acerca de las características del sistema político que tenemos.
Así que pensamos que seria más democrático que se permitiese el uso de los móviles en los recreos y en los cambios de clase mientras con toda justificación se impide su uso dentro del aula, lo cual es algo en lo que todos estamos de acuerdo.
Muy interesante comentario acerca del sentido que tiene la ley en una democracia.La ley debe adaptarse a la realidad, porque emana de la realidad social de la mayoría. No es bueno,si no es por razones de justicia, que la ley intente cambiar a la sociedad. No se puede poner puertas al campo.
ResponderEliminarEste articulo es interesante debido a que plantea un problema que se lleva viendo en el instituto durante muchos años, con la reforma de la ley se pretende hacer prohibir el uso del movil en el centro, pero debido a ser una ley nueva y que no esta muy controlada el uso del movil en el centro sigue a la orden del día.
ResponderEliminarAl parecer este problema se da todos los años. Cuanto más prohiban el uso de los móviles más se van a usar entre clases.
ResponderEliminarEn mi opinión, no tienen que ser tan extrictos ya que entonces siempre estaran en constante lucha los alumnos y la dirreción del centro con el uso de ellos.