Dejando aparte valoraciones no interesadas, una parte importante del profesorado responde ante el bilingüismo según sus intereses.
Los partidarios de la enseñanza bilingüe son sobre todo los profesores de idiomas y los profesores del resto de las materias acreditados en inglés, francés, alemán, etc, por los gobiernos autónomos. Disfrutan de los siguientes privilegios:
- Dos horas de clase menos a la semana.
- Dos horas de clase menos a la semana.
- Menos alumnos por aula.
- Alumnos más motivados en su aprendizaje (menos problemas de disciplina).
- Plazas de perfil bilingüe en el concurso de traslados. (Mucha mayor movilidad).
Los contrarios son parte del conjunto de los profesores no bilingües, en especial los de los departamentos implicados en la impartición de enseñanza bilingüe (recuérdese que sólo algunas asignaturas lo hacen en cada curso). Suelen tener mayor edad y experiencia, a pesar de lo cual tienen que soportar:
- Los grupos de alumnos no bilingües, con graves problemas de disciplina, sin que la ley y los equipos directivos respalden su autoridad.
- Una reducción en su capacidad de elección de cursos y en su movilidad.
De ello resulta un enfrentamiento en los Centros de enseñanza que se va haciendo cada vez más explícito y que distingue :
- Una clientela agradecida a los beneficios del Plan.
- Una minoría claramente perjudicada.
- Y una proporción variable de profesores que no se identifica con ninguna de las dos posturas.
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