jueves, 6 de enero de 2011

Novedades de la ley antitabaco

Carlos Rodríguez Mayo
Intento informarme sobre la nueva ley anti tabaco en el BOE del 31 de diciembre. Veo con satisfacción que no queda nada de aquella ridícula zona alrededor de los centros educativos y sanitarios que motivó mi anterior artículo al respecto. Por lo tanto, en lo relativo a los institutos, todo queda igual que estaba. Está prohibido fumar, y no sólo en las horas de clase, dentro de todo el recinto escolar, cubierto o no cubierto.
La sanción corresponde a la empresa, a los jefes de personal, en este caso a la dirección, que cometerá falta muy grave si permite la transgresión de la ley y que, supongo, será la responsable de iniciar el procedimiento para el cobro de las multas o bien de denunciar la infracción a la autoridad pertinente.
Además, me llama mucho la atención la inclusión en la ley del apartado 3, del artículo 9. Dice lo siguiente:
«3. Se prohíbe en todos los medios de comunicación, incluidos los servicios de la sociedad de la información, la emisión de programas o de imágenes en los que los presentadores, colaboradores o invitados:
a) Aparezcan fumando.
b) Mencionen o muestren, directa o indirectamente, marcas, nombres comerciales, logotipos u otros signos identificativos o asociados a productos del tabaco.»
¿Quiere esto decir que a partir de ahora no se podrá ver ninguna película en la tele en la que aparezca algún protagonista fumando? ¿Quiere decirse que ya no se podrán transmitir los mundiales de vehículos de motor si aparece en algún vehículo publicidad de tabaco? ¿No se podrá informar ya de la marca de los puros que siguen fumando Felipe González y Revilla? ¿Y qué sucederá con las referencias de las artes plásticas (Pop art, por ejemplo) o con la expresión literaria en la que se han colado marcas de tabaco? ¿Habrá que borrarlas de los programas culturales, por no ser politicamente correctas? Si el sujeto de la prohibición son sólo los presentadores e invitados, no llegará la sangre al río, pero si la prohibición se extendiera a los contenidos de los programas, la cruzada contra el tabaco habría topado con la libertad de expresión y con el derecho a saber y a disfrutar de la cultura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario