Elia F. Noriega
Este año, en el instituto, se jubilan varios profesores. Mi profesor de lengua, Freire, es uno de ellos. Freire lleva mucho tiempo en este centro y es un gran profesor, aunque sus exámenes sean duros, te exija no tener muchas faltas de ortografía y además te obligue a saber los verbos como la tabla de multiplicar. Los alumnos le queremos por el interés que demuestra en enseñarnos para que en el futuro lleguemos muy lejos. Además, es el que dirige todos los proyectos de teatro y su trabajo ha dejado huella, porque ha sido una labor de muchas horas y de mucha dedicación en las clases y en el teatro. Por eso, pienso que sería muy buena idea que Freire, aunque se jubile, siguiera con el teatro, ya que sin él no sería lo mismo. Y, por supuesto, creo que sería genial hacerle al final de curso una buena despedida. Se lo merece.
Opino exactamente lo mismo, debería seguir con el teatro, es casi un mito para el centro y le gusta lo que hace, se le nota en la cara de ilusión que pone cada vez que habla de ello.
ResponderEliminarTamara M.