Carlos Rodríguez Mayo
A veces el pasado y el futuro se hermanan de forma extraña. Eso fue lo que sentí ayer noche, en La Vidriera.
El Ayuntamiento de Camargo celebraba el día de libro y, en el transcurso del acto, se había decidido realizar un pequeño homenaje a Blanca Gutierrez Morlote, nuestra difunta compañera. Presentaba el periodista Paco Pis, antiguo alumno del centro, que empezó por dar paso a un descontextualizado concierto de arpa y voz, que luego saludó públicamente a Amparo y que más tarde concedió la palabra a Ana Bolado y al alcalde. Duque improvisó unas frases cariñosas, que escucharon con atención el marido y el hijo de Blanca, a quienes regaló un CD verde en el que la imagen de nuestra compañera se repetía sonriente. Después se hizo subir al poeta Antonio González Fuentes, para que leyese el texto escrito por Álvaro Pombo. No fue una simple faena de aliño. Pombo excusó su presencia, pero recordó la larga y dolorosa relación teléfónica que mantuvo con Blanca y su leve acento pejino. Yo no sabía que Blanca tuviese ese acento, no conozco cómo suena, pero sí conocí a Blanca, como el puñado de compañeros que estuvimos en el patio de butacas.
El Ayuntamiento de Camargo celebraba el día de libro y, en el transcurso del acto, se había decidido realizar un pequeño homenaje a Blanca Gutierrez Morlote, nuestra difunta compañera. Presentaba el periodista Paco Pis, antiguo alumno del centro, que empezó por dar paso a un descontextualizado concierto de arpa y voz, que luego saludó públicamente a Amparo y que más tarde concedió la palabra a Ana Bolado y al alcalde. Duque improvisó unas frases cariñosas, que escucharon con atención el marido y el hijo de Blanca, a quienes regaló un CD verde en el que la imagen de nuestra compañera se repetía sonriente. Después se hizo subir al poeta Antonio González Fuentes, para que leyese el texto escrito por Álvaro Pombo. No fue una simple faena de aliño. Pombo excusó su presencia, pero recordó la larga y dolorosa relación teléfónica que mantuvo con Blanca y su leve acento pejino. Yo no sabía que Blanca tuviese ese acento, no conozco cómo suena, pero sí conocí a Blanca, como el puñado de compañeros que estuvimos en el patio de butacas.
Para el final se reservaron los fastos de celebración del futuro. Se entregaron los premios literarios del Ayuntamiento de Camargo. Entre los ganadores, algunos alumnos del Ría del Carmen, como Alba Gutiérrez y Ana Fernández, de 1º de Bachillerato. Enhorabuena. Esperamos que hagáis rico nuestro blog con el brillo de vuestras palabras.
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