viernes, 26 de noviembre de 2010

Atados a las mochilas

Carlos Rodríguez Mayo
A mi modo de ver, la decisión más positiva que ha tomado la dirección durante el curso pasado ha sido la de la organización del centro en aulas/grupo. Me alegré mucho de ello porque supuse que de este modo se podría conseguir que los alumnos no saliesen al recreo cargados con sus pesadas mochilas. Sin embargo, el cambio no ha producido los efectos deseados, o al menos no en la generalidad de los casos. Todavía hay muchas mochilas en el patio durante los recreos. Al parecer, cuando llegan los alumnos a sus aulas respectivas, éstas ya están cerradas.
Se me ocurre que, para solucionar la cuestión, bastaría con ser conscientes del problema y con coordinar desde la Jefatura de Estudios la estrategia para resolverlo. A los profesores, creo, no nos costaría gran cosa esperar dos minutos a que los alumnos dejasen su cargamento. Tampoco pasaría nada porque uno de los profesores de guardia de recreo se ocupase de acompañar a sus aulas a los rezagados.
Esperemos que la buena voluntad de todos remueva las dificultades y permita dar una pronta solución al problema.

1 comentario:

  1. Las mochilas son el peso del saber, que, por otra parte, sí ocupa lugar.

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