miércoles, 24 de noviembre de 2010

A favor de la nueva ley antitabaco

Elsa Ajo Navarro
Falta poco para que comience diciembre, ese mes que será el último en el que se podrá fumar en bares y restaurantes, y en las proximidades de colegios y hospitales. Este mes será para muchos un infierno, ya que temerán que llegue el día 31 y, después, el 1. Para otros tantos comenzará la cuenta atrás para poder entrar en locales sin tener que apestar a tabaco al salir.
Pues bien, este artículo no es más que mi reflexión y en él quiero exponer que sin leyes no tendríamos libertad. Puede parecer que esta ley quita la libertad a los fumadores, quizás sí, pero ellos han decidido fumar y en cambio todos los no fumadores o ex fumadores no eligieron enfermar ni oler continuamente el humo de los demás. Por esto creo que la ley que estrenará el año no es más que otra medida para fortalecer la libertad y los derechos de cada uno.
Y es verdad que se da mucha importancia al tema del tabaco, y más últimamente, pero si no se la diésemos, si no informásemos, entonces sucedería que la gran mayoría de los niños comenzarían a fumar y que gran parte de los fumadores, activos y pasivos, enfermarían cada año. También se produciría un aumento del número de afectados por el cáncer y seguirían muriendo camareros por la inhalación de humo en su trabajo, mientras la gente mira para otro lado.
Para que esto no suceda están las leyes y más esta que afecta a la salud de todo el mundo.

2 comentarios:

  1. Estoy en parte deacuerdo contigo, y en parte no. ¿Al empresario le dan opción de elegir si se fuma en su bar o no? Eso, es una falta de libertad, ya que por desgracia el tabaco está legal, y si no puedo hacer una cosa legal.. una ley contradice a la otra. Respecto a lo de no fumar alrededor de los niños,pues puedo parecer un insensible, pero pago los mismos impuestos que una persona no fumadora y si quiero ir con mi prima al parque ¿Por qué no puedo fumar un cigarrillo? si el tabaco es legal, y se prohibe fumar en la calle, eso para mí es una dictadura.

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  2. Estoy de acuerdo con lo que dice Kevin en su comentario. Además añadiría que, más allá de que los efectos del tabaco sean perjudiciales para los fumadores y los que los rodean -cosa que creo que nadie niega-, la prohibición de fumar en bares y restaurantes me parece una inferencia de lo público, del Estado, en el ámbito de lo privado, porque -sin ser yo defensor del liberalismo- si el dueño del bar es su propietario, como lo es de su casa, donde vive, ¿por qué éste no va a poder establecer en un ámbito que es suyo, el ámbito privado de su bar, si lo hace de fumadores o de no fumadores?

    Cuidado por la salud pública-restricción de libertades; cuidado por la seguridad pública-restricción de libertades... ¿Alguién de por aquí tiene estos temas estudiados?

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