Raquel Soto Escandón
Ayer, dia 24, fueron las votaciones para elegir a los miembros del Consejo Escolar. En la hora de estudio, Matilde nos vino a buscar para que bajásemos a votar. Yo tenía la idea de que, aparte de al representante de los alumnos, se podía votar a los profesores, pero me dijeron que no. Esperamos algo en la cola en la que se encontraban niños de todas las edades, dentro del aula 109, donde se suelen realizar las reuniones. Presidía la mesa electoral Javier Barba, situado detrás de una urna de cristal (todavía hay clases: los profesores, me dicen, tuvieron una urna de cartón, que era una vergüenza). En la urna había que echar tu voto a Javier Bilbao, puesto que él era el único alumno que se presentaba, de manera que o le votabas a él o votabas en blanco. Al lado del director estaban dos compañeras, apuntando los nombres. Yo voté a Javier Bilbao, el cual recibió, aproximadamente, unos 130 votos.
Según me contó el candidato electo, la mañana fue aburrida. No había emoción, ya que sólo se presentaba él.
Pienso que la gente no se presenta, porque representar a alguien es una gran responsabilidad.
Pienso que la gente no se presenta, porque representar a alguien es una gran responsabilidad.
La tendencia de la gente es a no involucrarse, a evitar compromisos y a eludir responsabilidades.. Al final, lo que se termina imponiendo es el famoso, prehistórico y universal "sálvese quien pueda".
ResponderEliminarTeniendo en cuenta esto, parece razonable no presentarse como candidato y, si es posible, hasta no votar (aunque otra razón para no acudir a las urnas pueda encontrarse en el descontento con el sistema y/o con sus representantes).