sábado, 6 de noviembre de 2010

De intercambios y festejos

Carlos Rodríguez Mayo
Leo en la página web oficial del pntic.mec.es, que el director sigue empeñado en realizar un festejo para agasajar a los antiguos directores y políticos con ocasión del cuarenta aniversario del Instituto, a pesar de que este ya ha sido rechazado por la mayor parte de las voces que se expresaron en la Comisión Pedagógica y en el Claustro. Las fechas elegidas, si no he entendido mal, serían las de la “Semana Cultural”, antes de las vacaciones de Semana Santa. El autobombo injustificado de esta celebración contrasta con la noticia de que el intercambio con Holanda ha quedado en suspenso por la falta de profesores que lo gestionen.
Sin saber nada aún de este peligro, en un artículo anterior, Rafael Escagedo reflejaba la muy positiva valoración de este intercambio. Y es que el intercambio no es una actividad más, es la clave en la que el centro se juega la credibilidad de su bilingüismo.
Como bien saben en la Consejería de Educación, nuestro bilingüismo, aunque ha sido inspirado por profesores con destino definitivo, está siendo mantenido por profesorado interino. Sin embargo, no resulta de recibo que sean estos los que se hagan cargo del intercambio. Si dejamos de lado a los interinos y a los departamentos no implicados en el bilingïsmo, el número de posibles responsables se reduce a una escasa nómina de profesores que han disfrutado durante años de una reducción de su horario semanal (dos horas) y de los alumnos más competentes. De entre ellos debería de salir el voluntario. Algún alma dispuesta a sacrificar su tiempo y su saber por una causa común: El Instituto.
Después de pensármelo un poco, se me ha encendido una luz aquí en la frente. Teniendo en cuenta que también el intercambio debería producirse en las fechas de la "Semana Cultural", se me ocurre que la mejor solución sería la de alguien que, además de dar muy pocas horas de clase y de seguir siendo profesor de alumnos bilingües, podría dejar de enredar en esos días con festejos extemporáneos. Es una idea, ¿no?    

1 comentario:

  1. Estimado compañero Carlos:

    Tengo que confesarle con respecto a su artículo que el que esto está ahora mismo escribiendo estaba meditando el acudir al mencionado intercambio del instituto con los holandeses en calidad de acompañante o de lo que se terciara y que, si finalmente no lo he hecho, no ha sido por una carencia de interés personal ni por el fastidio que para muchos supone el perder algunos días de vacaciones en Semana Santa, sino por petición expresa de terceras personas ajenas al instituto y con las que uno mantiene lazos afectivos.

    No creo que la razón del bilingüismo descanse en este intercambio (no es el medio para conseguir un fin, que aquí sería el intercambio), sino que la enseñanza bilingüe es un fin en sí misma, siempre que los alumnos aprendan -por poco que sea- algo de inglés junto con lo que aprendan en la correspondiente asignatura impartida en inglés.

    Con respecto a las conmemoraciones, a mí, en principio, no me parecen nunca mal. Otra cosa es ya que se vayan a hacer con la oposición de una parte importante del profesorado, como usted dice.

    Sin más...

    Un abrazo, and see you on Monday!

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