Tras el follón que vivimos ayer, tras la indignación manifestada en los artículos publicados en el blog, hoy parece que llega la calma. El señor director lanza un comunicado pidiendo tranquilidad, en el que se muestra preocupado por la repercusión de los artículos y sugiere un cierto nivel de manipulación informativa, porque, señala, no ha habido entrevista, sino sólo una conversación telefónica informal.
¿Qué podemos decir al respecto? Muchas cosas.
La primera es que resulta evidente esa manipulación sensacionalista en el periodista del Diario Montañés, autor de los artículos, porque ha sido capaz de convertir una pelea de un chico contra otro (eso es lo único que acabó por suceder el pasado viernes) en un enfrentamiento de peligrosas bandas callejeras.
La segunda es que nuestro director ha sido el chivo expiatorio, el pagano de la cuestión, puesto que ha cargado con toda la ira que ha generado la información del periódico.
La tercera es que también ha habido una cierta manipulación en algunas interpretaciones sesgadas que, exagerando los contenidos del artículo, convertían las referencias particulares en insultos generales.
La cuarta es que la imagen de nuestro instituto ha quedado gravemente deteriorada por todo lo sucedido.
Ahora llega el momento de ver lo que hacen cada uno de los agentes y cómo se reparan los daños. Nosotros seguiremos como hasta ahora, publicando cualquier tipo de artículo, siempre que esté firmado.
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