Lucía González Márquez
Me da miedo el futuro, pero prefiero pensar que será como los comienzos de esta etapa que he pasado en el instituto, caras nuevas y recuerdos inolvidables. Todo se trata de la transformación de un molde. Nacemos de una forma no determinada y se trata de concretarla, bien con influencias ajenas, buenas o malas,o bien con tu propia elaboracion.
Recuerdo mis principios en este instituto, inseguros y llenos de temores, debido a palabrerías de chicos y chicas mayores, que yo conocía de primaria. Al llegar a mi clase vi muchas caras desconocidas mezcladas con otras que ya conocía del colegio,y sus caras me dieron la sensacion de tener el mismo miedo que yo. Aparentemente eramos tan distintos y a la vez teniamos tantos sentimientos en común, que me sirvió para que poco a poco fuese perdiendo miedo y poder ir superando cada reto que se me aparecía por delante. Durante el instituto, he vivido muchas aventuras. Al recordarlas se me dibuja una gran sonrisa en la cara. He tenido la suerte de haber recibido clase de muy buenos profesores, que permanecerán en mi mente durante muchos años, y otros no tan buenos que por un mote u otra cosa por el estilo permanecerán también. He compartido secretos con las paredes y los azulejos de los baños me han visto estudiar. Me gusta recordar estos momentos. Estos años me sirvieron para conocer gente que espero que formen parte de mi vida durante mucho tiempo, mucha de esta gente sorprendente ya que muchos que no esperabas en los malos momentos, ahí estaban para echarte una mano. También me agrada mirarme al espejo y ver los progresos que he vivido durante estos años.
Ahora, me encuentro en la misma situación, una situación de inseguridad sobre mis decisiones, miedo a no saber elegir el camino correcto o si no es el correcto, el que más se le aproxime. Mi vida, mi futuro, depende de mi, recae sobre mi una responsabilidad de mucho peso. Veo a mis compañeras más cercanas con decisiones claras y con un futuro abocetado, en cambio yo, de momento, tengo las manos vacías. Se me hace un nudo en el pecho al escuchar a mi madre preguntar,” ¿Ya sabes qué quieres estudiar?” o la típica frase: ”es tu futuro.”
Espero que esta etapa que comienzo sea como la que dejo atrás, que el miedo pierda intensidad por segundos y la confianza fluya. Si queremos superar esta etapa que comienza, tedremos que afrontarla con valentía.
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