Carlos Rodríguez Mayo
Ayer, sábado, en el gimnasio, se produjo un pequeño milagro. Un grupo muy nutrido de trabajadores del centro, en el que se incluye la dirección, el personal de administración, cafetería, limpieza y muchos profesores, acompañados por algunas de sus sufridas esposas, se pusieron de acuerdo para coordinar su entusiasmo y poner en marcha un impresionante y múltiple cocido que, acompañado de vino, postre y de una muy animada conversación nos llenó el estómago de legumbres y la cara de sonrisas complacidas. Allí pudimos volver a ver a muchos antiguos compañeros y alumnos y saber de sus hazañas. Allí, también, tuve que lamentarme de no haberme implicado un poco más y de no haber llamado a otros profesores, que seguro que habrían venido si se les hubiera avisado con tiempo.
Dirigiendo el cotarro, Gemma y Carlos Jerez se han apuntado el éxito de los casi 3000 euros que se han recaudado para las becas de los chicos del Salvador. La cantidad resulta de los doce euros por cabeza, que pagaron los asistentes, y de otras actividades, como la llamada “fila 0”, la venta en los puestos y el bingo.
Al final, hubo un karaoke sorprendente. Dada la calidad de los profes participantes, estoy seguro de que si lo hubiéramos anunciado habrían sido muchos más los alumnos que habrían asistido.
Me satisface leer dicho artículo y ver que la ilusión que había depositado gran parte del instituto, se ha visto recompensada de manera muy satisfactoria. es cierto que este año había una novedad, la comida. En el momento en que yo entré en el gimnasio, esperaba ver tantos puestos como años anteriores, en los que los profesores se turnaban, pero mi gran sorpresa fue ver el gimnasio lleno de mesas y sillas (imagino que cedidas por el ayuntamiento). Sin duda, otra gran experiencia que recalca aún más la actitud solidaria del centro.
ResponderEliminarA todos los que han participado tanto activa como pasivamente, quisiera darles mi enhorabuena.
Yo soy de los que lo dieron todo en el karaoke, que, por cierto, podría haber tenido un mayor protagonismo en el acto.
ResponderEliminarY, por cierto, me habría gustado que más gente se hubiese quedado allí de tertulia o participando en actividadces después de la comida.
Otra vez será...
En cualquier caso, mi enhorabuena también a los oganizadores y mi reconociemiento por el trabajo que hicieron.