viernes, 4 de febrero de 2011

Afán de síntesis

Carlos Rodríguez Mayo
Querido David:
Me sorprende tu insistencia en el debate pues, a mi parecer, él último mensaje no aporta ningún argumento que no haya sido utilizado con anterioridad ni contiene ningún ejercicio de aproximación a mis planteamientos. Me sorprende también tu tono, que no voy a calificar (para que no me contestes diciendo que me equivoco), y tu actitud porque me parece que concibes el debate como una especie de combate de boxeo en el que dos ideas se enfrentan y uno vence al otro a base de insistencia. Eso implica no aceptar en ningún caso los argumentos del contrario y atacar sin piedad. Reconozco que yo no he sido precisamente blando, pero si que puedo decir que no ha sido aquella mi estrategia porque, siguiendo los principios de la dialéctica, creo que en toda discusión es necesaria una síntesis en la que se demuestre que uno respeta y admite la racionalidad de alguna de las ideas esgrimidas por el otro. Yo he realizado el ejercicio de reconocer la parte de verdad que desde mi punto de vista hay en cada una de tus afirmaciones y echo de menos que tú hagas algo semejante, pues lo más que he conseguido, en este blog, han sido algunas muestras refinadas de tu sentido del humor. Yo no soy consciente de haber puesto en tu boca nada que tú no hayas dicho y tú sugieres que yo pienso que la Historia es incompatible con el bilingüismo o que mi intención es eliminarlo de raiz, lo cual supone elevar el nivel de intolerancia de mis planteamientos. No, yo no sólo pretendo expresar lo que pienso. A mí me interesa lo que dices para saber mejor lo que pasa y para cambiar también mi posición, integrando las aportaciones que más ciertas y oportunas me parecen de lo que tú me dices. Por eso, como práctica demostración de ello, procedo a intentar el consenso. Estos serían los posibles puntos del acuerdo:
1º- Que en el bilingüe los alumnos aprenden más inglés (aunque la evaluación de centros diga lo contrario) y que también se aprende (un poco) menos de todo lo demás.
2º- Que aprender inglés es bueno e incluso muy necesario, que hay una gran demanda social en este sentido y que no es malo el bilingüismo.
3º- Que la organización del bilingüismo discrimina a algunos profesores (a algunos, no es mi caso, gravemente) y que eso es el origen de enfrentamientos verbales como el que tú y yo estamos manteniendo.
4º- Que hay defectos en este bilingüismo, como en toda obra humana, y que conviene hablar de ellos para intentar solucionarlos, tanto en los órganos competentes como, también, por transparencia y por un compromiso personal con la verdad, no obligatorio, en los medios disponibles como este para ejercitar la libertad de expresión.
Creo que, haciendo un esfuerzo, ambos estaríamos de acuerdo en eso, y que podríamos dejar para otra vez la determinación de estos defectos y el asunto de si es la Historia la asignatura más apropiada para "sufrir" el bilingüismo. 
Además, tengo que reconocer, también, que me equivoqué en el argumento utilizado de la reducción a los profesores de idiomas de los bilingües (que me ha explicado Asun esta mañana que no existe) y que tu argumentación ha sido correcta, muy buena, si quieres, en el sentido de haber dejado muy claro lo que piensas, pero con escaso afán de síntesis.  

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