Estimado David:
Te agradezco infinito tu valiente aportación, aunque no esté de acuerdo con todo lo que dices. Creo que contigo se enriquece esta tribuna, porque así se permite establecer un debate necesario acerca del bilingüismo. De modo que muchas gracias por discrepar y por debatir, aunque (siempre hay un aunque) para debatir bien, como ya he dicho, habría que dar la razón a los demás, cuando la tienen, y quitársela con argumentos o datos verdaderos, cuando no la tienen. Por lo tanto, siguiendo este programa, comienzo:
1º - En tu argumentación entiendes que mi opinión es también interesada, lo que supone que reconoces que tu opinión está marcada por el interés de ser profesor bilingüe. Para ponernos de acuerdo podría darte la razón en parte. Pero lo haría a cambio de que tú diferenciaras mi interés del tuyo, porque está claro que no es el mismo ni que los dos supuestos intereses actuen con la misma intensidad. Mira, no es mi talante ni mi estilo el de exhibir el principio de autoridad que va unido a la edad, experiencia y cualificación. Demasidos son los ejemplos en los que estos criterios de valoración fallan ante la estimación de la realidad. Sin embargo, si que quiero utilizar el de la función. Mi opinión es diferente a la tuya porque yo, por ser jefe del departamento de Geografía e Historia, estoy obligado a opinar con toda objetividad en el ámbito de mi responsibilidad sobre cuál es la manera en la que los alumnos aprenden más y mejor la Geografía y la Historia o sobre por qué hemos tenido muy malos resultados en la evaluación de centros. Y lo hago por eso. Sobre todo por eso... Tú, en cambio, eres profesor interino, cuyo trabajo está asociado al bilingüismo. Así que dime: ¿Quién tiene un interés más directo y más intenso en el tema? ¿quién en virtud de ese interés estaría más dispuesto a maquillar la realidad? ¿Quién por su función debe tener más credibilidad? ¿Por qué hemos de creerte, si tu partes de la idea de que tu opinión es interesada? Y yo diría que muy interesada (con toda justificación, además, en una España con tal índice de paro). ¿Quién de los dos en pura lógica debería tener una opinión más objetiva? Sé sincero, y contesta, por favor.
2º – Dices que los alumnos no deben decidir qué materia se debe de impartir como bilingüe. También tienes razón en parte. Sólo en parte, porque con esa afirmación te cargas la optatividad que es uno de los medios de atención a la diversidad que está en todas las leyes de educación, desde la LOGSE. Sin embargo, es verdad que salvo en 4º de la ESO (decidir entre matemáticas A o B) o en bachillerato (letras sin matemáticas o ciencias con ellas) los alumnos no son quienes deciden si se les explica o no las matemáticas.
En todo caso, al respecto yo no he dicho que deban decidir los alumnos. El ámbito de decisión que yo he citado es el legal, el del Departamento, la Comisión Pedagogica, Claustro y PPLE que ya se han manifestado en contra de la implicación del Departamento de Historia en la enseñanza bilingüe, (con el apoyo, además, he dicho yo, de los sindicatos de profesores y de los alumnos con experiencias bilingües), a pesar de lo cual la Dirección y la Consejería de Educación, a los que tú defiendes publicamente, deciden hacer lo contrario.
3º- En tu formulación dices que el bilingüismo “no produce necesariamente una pérdida exagerada” de materia en la ESO. De modo que, bendito seas, porque, aunque no me das la razón, te acercas mucho.
No una pérdida exagerada, dices. Sí, tal vez, alguna pérdida, digo yo, es decir que “en bilingüe tal vez se aprende menos Geografía que lo que se aprendería en castellano con esos mismos alumnos”. Eso es lógico, reconócelo. Minimiza si quieres la pérdida, pero no ofendas a la inteligencia callando la verdad. Esa verdad es mi tesis, la que contradice la posición oficial: "que se aprende lo mismo e incluso más en inglés que en castellano", si tu estás de acuerdo con ella, dime, ¿por qué no enseñar todo en inglés? ¿Para qué doblar las películas? ¿Por qué no hablar en inglés en las consultas con los médicos? ¿Por qué no hacer en inglés todos los programas de televisión? (Por cierto, recuerda que la palabra "exagerada" es una aportación sólo tuya, que tu sabrás por qué la has utilizado, y que estas últimas preguntas las formulo para reducir al absurdo el argumento contrario).
No una pérdida exagerada, dices. Sí, tal vez, alguna pérdida, digo yo, es decir que “en bilingüe tal vez se aprende menos Geografía que lo que se aprendería en castellano con esos mismos alumnos”. Eso es lógico, reconócelo. Minimiza si quieres la pérdida, pero no ofendas a la inteligencia callando la verdad. Esa verdad es mi tesis, la que contradice la posición oficial: "que se aprende lo mismo e incluso más en inglés que en castellano", si tu estás de acuerdo con ella, dime, ¿por qué no enseñar todo en inglés? ¿Para qué doblar las películas? ¿Por qué no hablar en inglés en las consultas con los médicos? ¿Por qué no hacer en inglés todos los programas de televisión? (Por cierto, recuerda que la palabra "exagerada" es una aportación sólo tuya, que tu sabrás por qué la has utilizado, y que estas últimas preguntas las formulo para reducir al absurdo el argumento contrario).
4º- Sobre las horas de reducción, y su justificación por las largas horas de preparación de material en otro idioma, no te voy a llevar frontalmente la contraria. Es verdad que esa es su justificación teórica, la que está en el papel, pero yo creo que esa reducción se hizo más bien para generar en los centros una clientela agradecida o “interesada” que permita la supervivencia del montaje. Para que veas que tengo alguna razón te ofrezco un argumento al respecto. Dime: ¿por qué los profesores de idioma extranjero que dan clase a bilingües tienen reducción horaria? ¿Necesitan estos de un tiempo suplementario para preparar las clases? No, ¿verdad?, entonces...
(Por cierto, ya te dije en un comentario a tu artículo anterior, que se puede consultar un poco más abajo, que las otras horas de reducción o la jerarquización en cuerpos de la enseñanza en España son otro tema. Por lo tanto, si te interesa hablar de ello, hazlo, pero en otro artículo, no mezcles churras con merinas, estamos hablando de bilingüismo, es una cuestión de orden).
(Por cierto, ya te dije en un comentario a tu artículo anterior, que se puede consultar un poco más abajo, que las otras horas de reducción o la jerarquización en cuerpos de la enseñanza en España son otro tema. Por lo tanto, si te interesa hablar de ello, hazlo, pero en otro artículo, no mezcles churras con merinas, estamos hablando de bilingüismo, es una cuestión de orden).
5º- Me alegro de que la fe en el bilingüismo conlleve el don de los profetas. Lo digo porque en las pequeñas discusiones en las que me he visto obligado a participar para defender mi opinión -esa que es “menos interesada” que las otras- mis opositores (Director, Carlos Jerez y tú mismo) siempre han augurado, palabras textuales, que “el bilingüismo es el futuro”. Frente a tan inspiradas sibilas, yo, te digo la verdad, no lo tengo tan claro, pero no estoy en desacuerdo. Lo que sí que tengo claro es que yo soy partidario de un bilingüismo serio, y no de esta CHAPUZA que tenemos delante, que ha sido capaz en los dos últimos años de situar a los alumnos de 2º de la ESO (los de la evaluación de Centros) en un nivel inferior a la media de Cantabria en su competencia en idioma extranjero. Y esto sí que son datos incontrovertibles. En sentido contrario: ¿Qué datos puedes aportar?
6º- Planteas cuestiones acerca de la ley y de su moralidad y pareces justificar la desobediencia. Tienes la precaución, no obstante, de meter por medio a los Nazis y al aborto. No estoy de acuerdo contigo, pero creo que eso es mejor tratarlo en otro artículo.
7º – Por último, te diré que me has dejado perplejo cuando dices: ¡Hombre, Sr Carlos! ¡Eso no puede decirlo usted! Me quieres decir por qué no puedo plantear la disyuntiva de que en un debate serio: “O me das la razón o me discutes lo que digo con argumentos convincentes”. Si no es así ¿me puedes aclarar qué otra forma conoces de debatir? ¿No entiendes que hacer otra cosa es caer en un diálogo para besugos?
Nada más. Te remito al artículo titulado: "Bilingüismo, encuestas y madurez de los alumnos" del 8 de junio de 2010, en este mismo blog. En él los alumnos dicen con total libertad lo que habría que cambiar. Tengo aún los originales para enseñártelos, si quieres. Perdona si he sido rudo o radical en mi expresión y perdona si sigo empleando contigo el tuteo, una expresión de confianza que te ruego que tú también utilices conmigo, porque, como creo que tu ya sabes, entre nosotros dos no cabe otra fórmula. De verdad que te agradezco el que a través de tus palabras y argumentos tú y yo podamos seguir aclarando a todo el mundo lo que es el bilingüismo. Espero con interés (menos interesado en el bilingüismo que el tuyo) tu siguiente aportación.
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