Querido David:
Cedo de mala gana a la solicitud de que publique tu último artículo para mantener la idea de que todo el que quiera decir algo tiene el blog disponible, pero no porque considere interesante lo que dices. De una lectura rápida deduzco que lo más importante de lo que quieres decir es por qué elegiste esta vacante, que tú eres un buen profesor y que has tenido buenas notas... Eso es indiscutible, y tanto más para los que te conocemos y te apreciamos, pero creo que no tiene interés para nuestros lectores.
En cuanto a las oposiciones, te diré que considero que se han degradado en grado sumo, hasta el punto de impedir que los jóvenes más competentes accedan directamente a la docencia, sin haber sido interinos. Esto no significa, sin embargo, que sea partidario de su eliminación, todo lo contrario, porque eliminar las oposiciones sería como eliminar los exámenes, lo que tendría consecuencias catastróficas desde el punto de vista del rendimiento y de los principios de mérito y capacidad. Te diré, también, que la teoría de la relatividad se debería de reservar para la física. El relativizar oposiciones, profesores, asignaturas o conocimientos, normas y leyes no es un método civilizado, sino la estrategia común de los hipócritas y el caldo de cultivo de la picaresca y del escaqueo.
Terminaré diciendo que lamento no encontrar en tus últimas misivas ninguna referencia al origen de esta discusión, los malos resultados de la “Evaluación de Centros” del año pasado en Inglés, Matemáticas y Lengua Española. A mi modo de ver, algo tenía que ver en esto el bilingüismo. ¿Alguien ha escuchado algún otro argumento o dato que justifique estos malos resultados?
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