Cristina Romillo Barquín
Un problema de los adolescentes hoy en día es la pantalla (y cuando digo la pantalla me refiero tanto a la televisión como, tambien, al ordenador). Los alumnos se quedan los días laborales viendo series o hablando con sus amigos en las redes sociales, sin ser conscientes de que su cuerpo necesita descansar. Muchos ni si quiera duermen las 8h que los médicos aconsejan y al día siguiente llegan a clase cansados. Todos sabemos que la primera hora de la mañana es matadora, ya que aún estamos algo dormidos y no somos capaces de prestar toda la atención que deberíamos. En ocasiones, nos rendimos a nuestros deseos, cerramos los ojos y empezamos a dar cabezadas. Pues bien, ahora imaginemos que el cuerpo no está descansado, porque uno se ha pasado la noche viendo la pantalla... A la mañana siguiente, no solo la primera hora se le hace pesada a uno, sino que la segunda tambien y la tercera...
Se me ocurre, ahora, que este problema no solo tiene que ver con los alumnos, también alcanza a algunos profesores. En ocasiones, algunos llegan tarde a primera hora y más cansados de lo que estamos acostumbrados a ver; y esto afecta a toda la clase, ya que el profesor, creo, es el que tiene que incitar a los alumnos y motivarlos a escuchar su asignatura.
Por eso es fundamental ordenarse bien la vida. Acostarse temprano, dormir bien y hacer un buen desayuno. Todo ello es esencial para poder rendir por la mañana.
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