martes, 27 de abril de 2010

Háblanos, oh musa, hija de Zeus, de aquellos valerosos jóvenes que viajaron por Hispania para poder relatar al público abierto una historia sin igual.

Jorge Moreno Ceballos
La historia era la Odisea, esa historia que en mayor o menor medida nos ha unido a todos, esta historia que creo que ninguno va a olvidar al menos hasta el sábado que viene. Todo empezó el viernes noche, acabamos de una actuación tarde, y nos encaminamos a nuestras respectivas casas, ya que había que dormir bien, porque nos esperaba un duro viaje al día siguiente. Supongo que no dormimos mucho ninguno, yo al menos me acosté a las 2 de la mañana y a las 7 ya estaba corriendo por la casa. Llegamos todos a las 8 al instituto, unos más puntuales que otros, pero a las 8:15 estábamos prácticamente todos, así que cargamos el autobús. A las 8:30 faltaban muy pocas personas, y para nuestra sorpresa una de las personas que faltaba no iba a venir.
Tras saber que esta persona, no daré su nombre para no ofenderla, pero llamémosla H. Álvarez o mejor aun Helena A. (espero no dar mas pistas...) no venía, nos fuimos para La Coruña, unos con mas fuerza que otros pero para allá fuimos.
Cuando me quise dar cuenta ya eran las 10 de la mañana y empecé a hablar sobre comunismo, fascismo, economía, historia... temas bastante interesantes, la verdad, que hicieron, o al menos a mi me hicieron, el viaje mucho mas corto de lo que en realidad era. Cada vez se veían menos ojos abiertos, era increíble como la gente se iba quedando dormida (aunque nada comparable con los parpados cerrados de la vuelta, todo hay que decirlo). Hicimos nuestra primera parada a unos 8 kilómetros de Navia y, como no, tocaba bocata y mosto helado, porque se me había olvidado decir que nuestro tan amable conductor no ponía el aire acondicionado ni con suerte, así que se puso a prueba la calidad de nuestros respectivos desodorantes. Tras una corta media hora otra vez autobús, y otra vez a hablar y a hacer el tonto.
Antes de que me diera cuenta estaba otra vez en tierra firme, haciendo nuestra segunda parada (y última). Nuestros profesores, al igual que una vez se acaba el instituto, desaparecieron a la velocidad del rayo, aunque seguramente estaban en el bar de la estación de servicio, creo que les hacíamos tan poco caso que ni nos percatábamos de su existencia.
Otra media hora, y otras dos horas de autobús, estas ya más espesas, se dejaba notar el cansancio y el ambiente cada vez estaba más viciado.
Arribamos a La Coruña, y tras numerosos viajes de nuestro señor conductor (siempre muy amable, ya que nos deleitó con una gran música en todo el viaje, la del teléfono de Pérez), preguntando a ciudadanos, llegamos a la residencia. Un dato curioso de la misma, es que creo que es el único sitio en el mundo en el que te puedes cazar la cena, porque otra cosa no, pero conejos había unos cuantos. Dejamos allí lo imprescindible y fuimos de inmediato al teatro. Muy profesional todo. Resumiré las siguientes horas, para no hacer esto mas pesado de lo que realmente es: llegada, ensayos, cigarros, refrescos, gominolas, trucos de magia y magia pura.
A las 7 y media comenzaba la obra. En general fue un exitazo, lo único que el "trouble" del arco al final de la obra, le dio un toque cómico y a la vez surrealista y no voy a escribir más. Nerrvios y nudos estomacales aparte, todos fuimos parte del invento, que nos quedó divinamente.
Acabamos y fuimos a cenar a la bodega ”o´carreteiro". Embutidos, mejillones, raxo y queso con membrillo fue el menú a degustar, obviamente acompañado de unos cuantos refrigerios. Tras la magnifica cena en la que conocimos al hombre con el nombre mas amoroso del mundo (Amar) estuvimos en el restaurante, llorando a nuestro gran director para que nos dejara salir por Coruña un rato, pero por desgracia no hubo suerte. Después de intentarlo todo, una sentada, chillarle, rogárselo, decir que íbamos a matar a un conejo, que nos íbamos a esconder, etc, cedimos. No conseguimos nada, así que empezamos a hacer bromas entre nosotros, y de ahí salieron los grandes nombres de "Sandruman" y "Henuruk-Häi".
Llegamos a la residencia, e intentamos escaparnos para estar todos juntos, pero Freire, que la noche no confunde, estaba ojo avizor a todo movimiento, y no pudimos escaparnos. Llegaron a mis oídos rumores a la mañana siguiente de unos chupitos de colutorio que dejaban un olor a menta en la boca increíble, mención aparte el intento de fuga de las chicas ocultas bajo mantas imitando a nuestras tan queridas oveeeejas.
Nos despertamos y desayunamos, no fue gran cosa, pero nos dieron comida. Y... ¿qué vino después? AUTOBUS!!!(again) volvimos a La Coruña, tocaba ver ciertos animales, que por no tener no tienen ni sangre caliente. Vimos desde los peces más feos del mundo, hasta unos peces monisimos que eran amarillos y parecía que te iban a dar un beso. AH! casi se me olvida mencionar que Amar llegó medio borracho al autobús de la fiesta que había tenido la noche anterior.
Tras ver el magnifico acuario, nos encaminamos a la torre de Heracles (Hércules para los que no hayáis estudiado Cultura clásica). Tras una larga cuesta, llegamos a la torre, y Amparo denotó su inteligencia decidiendo quedarse sin subir a la torre, ya que eran 234 escalones hasta arriba y uno más, que subimos para ver un almacén. Salimos de la susodicha torre y fuimos al centro, la verdad no me entere de nada, pero llegamos a una plaza donde cumplí uno de mis sueños. Había una congregación de personas para buscar apoyos contra la fibrosis quistica, y tenían globos con Helio, así que como buenos teatreros que somos, cogimos dos globos llenos de helio y a hablar con voz de pito.
Tras esto otra vez autobús, residencia, comida y vuelta a casa.
En el viaje de vuelta, todos fueron cayendo presa de los brazos de Morfeo, solamente Sonia y yo estábamos despiertos, así que sacamos fotos a todo el mundo. Hablamos largo y tendido sobre muchas cosas y me enseñó un grupo de música bastante bueno.
El resto masajes faciales, abrazos de verdad, diferencias entre una sonrisa falsa y una verdadera, futuro, planes, besos (unas veces mas de los queridos, otras veces menos).
Pasó el viaje, compartimos muchas cosas, todos sin excepción, y hoy volvimos a clase y para mi sorpresa, en el primer recreo: reunión enfrente del aula de teatro.
Copiaré una canción que dice "tengo personalidad adictiva, y tú eres mi sustancia preferida". Os preguntareis esto ultimo a qué viene. Simplemente, a que a todos nos gusta el teatro, es lo que nos une, y esta obra es nuestra y nadie nos la quita. Supongo que no hace falta decirlo pero sois de mis sustancias preferidas.
Al primero al que se lo voy a agradecer es a Freire, sin su paciencia reconozcámoslo, no hubiéramos llegado a nada. Por supuesto, y parafraseando a Groucho Marx "detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, y detrás su esposa". En este caso, Freire tiene a Amparo y a Gloria, que también aportan su grano de arena a todo el grupo.
Después a vosotros, a los 29 que hemos ido a Coruña y a la que se quedó en tierra (tu te lo has perdido). Gracias a TA's, porque sois mis amigos, porque me da la gana y porque os tengo a.C., en las duras y en las maduras. Gracias a TO, por esa forma de sonreír siempre y por ese afán tuyo de hacerme creer que todo ha salido bien. Gracias a TÉ porque aunque no estés en el grupo de teatro, y aunque no sepa ni cristo quien eres, la llamada pre-actuación me subió la moral. Gracias a tu's porque os lo habéis currado, y sin vosotros el viaje hubiera perdido muchísimo. Y por ultimo algo más poético festivo, gracias a ti, por la conversación en el autobús y los autobuses de conversaciones. Porque me ha encantado conocer tu cara oculta, y aunque tu no lo sepas me has mostrado mas en Coruña de lo que piensas.
Gracias a todos y sed felices, que al menos eso es gratis.

1 comentario:

  1. la verdad esque no he leido todo el artículo y quizás no deberia comentar, pero me parece mal lo que jorge.M dice:"Tras saber
    que esta persona, no daré su nombre para no ofenderla, pero llamémosla H. Álvarez o mejor aun Helena A. (espero no dar mas pistas...) no venía"

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