domingo, 27 de junio de 2010

Enhorabuena

Carlos Rodríguez Mayo
Los alumnos son siempre lo mejor de un instituto. Ellos representan la esperanza y con su esfuerzo justifican el servicio educativo. Nosotros, los profesores, no nos podemos quejar de ellos, todo lo contrario. Salvo excepción, nuestros alumnos están bien educados y suelen quedar bien cuando compiten con otros en igualdad de condiciones o cuando quedan encantados por alguna actividad, como el teatro. Al acabar este curso es necesario resaltar que los alumnos de 2º de bachillerato se han comportado en la prueba de selectividad, porque han aprobado el 100% de los presentados y porque algunos han obtenido calificaciones brillantes (como es el caso de Elsa y de Henar, que han superado el nueve de nota media).
Además, Henar ha conseguido uno de los primeros puestos en la olimpiada de Química y Alba Gutiérrez, de 4º de la ESO, ha vuelto a ganar el concurso literario on-line “crea tus textos”, que patrocina Coca-Cola (esperamos sus microrrelatos para publicarlos en este blog).
Para todos, mi enhorabuena y, para los que nos dejan, el deseo de que el camino elegido conduzca hacia una vida satisfactoria en lo personal y en lo profesional. Ánimo y adelante.

jueves, 17 de junio de 2010

La última semana

Carlos Rodríguez Mayo
Ya se ha acabado la última semana, la semana que media entre la tercera evaluación y las pruebas extraordinarias. Es la semana que resume todo un trimestre veraniego, porque resulta de la transformación de los antiguos exámenes de septiembre en las pruebas extraordinarias de junio.
Esta semana la inventaron los políticos del PSOE para no someterse a los dictados de la LOCE del PP. Sus partidarios tuvieron que defender la idea de que un alumno podía recuperar en siete días el aprendizaje que no había adquirido durante el resto del curso y expresaron su progresismo señalando que, de este modo, las familias pobres no tendrían que malgastar sus ahorros en capitalistas academias o en clases particulares. En esta semana corta, cada vez hay menos alumnos en las aulas, aunque la asistencia siga siendo obligatoria. En esta semana tonta, se hace la vista gorda sobre las faltas. En esta última semana ha llovido como nunca y ha subido la marea tan arriba que ha inundado la mitad del patio.
La larga experiencia de un mal no lo hace más soportable, pero uno se acostumbra a padecerlo... Y así se acaba el curso, un año más.

martes, 8 de junio de 2010

Bilingüismo, encuestas y madurez de los alumnos

Carlos Rodríguez Mayo
En relación con una reciente encuesta, realizada por iniciativa de mi departamento, entre los alumnos de 4º de la ESO y de 1º de Bachillerato sobre el tema de la enseñanza bilingüe, un alto funcionario de la administración argumentó que los alumnos no tenían el nivel de madurez necesario para contestar a sus preguntas.
Pues bien, en la cuestión nº 17 de esa encuesta, por cierto voluntaria y anónima, se les preguntaba a los alumnos: ¿Qué aspectos, a tu parecer, deberían cambiarse en la enseñanza bilingüe?
Esta es la transcripción literal de la totalidad de las respuestas:
-En clase se debe hablar en inglés, pero lo que haya que estudiar hacerlo en español.
-Algunas de sus asignaturas y viajes al extranjero, como los intercambios.
-Matemáticas en inglés no me parece lo mejor para aprender el idioma.
-Podría haber libros tanto en inglés como en español para los alumnos de bilingüe.
-Exámenes en español. Cuando nos dan apuntes en inglés, traducirlo en clase y explicarlo en inglés, y si alguno no lo entiende, en español.
-Que Historia no fuera en inglés ni Tecnología.
-(Sólo deberían ser en inglés:) Asignaturas fáciles que no requieran estudio de teoría.
-Deben estar en el programa los alumnos con un nivel mínimo de inglés.
-Hay profesores que dan más valor a enseñar inglés que a enseñar su propia asignatura.
-Historia es demasiado difícil para darla en inglés y Tecnología también.
-Dar Sociales en inglés me parece un poco difícil. Son cosas complicadas como para darlas en otro idioma. Y como Sociales otras asignaturas como Ética.
-Dar clases TOTALMENTE EN INGLÉS, excepto cuando no se entienda algo.
-Algunos profesores que han impartido clases no saben inglés.
-El profesor debe primar la materia y no el inglés (si no sabe Historia, no puede dar clases)
-Se debería de organizar más el temario, es decir, aunque tengamos que aprender los tecnicismos de la asignatura, deberíamos de dar lo mismo que los no bilingües, ya que sino no damos todo.
De verdad, ¿creen ustedes que los alumnos encuestados no sabían de lo que estaban hablando?

viernes, 4 de junio de 2010

Todavía nos falta un desalojo

Carlos Rodríguez Mayo
Se hacía eco Valvanuz en su artículo del mes de mayo de que las sirenas de alarma para los simulacros de incendio tienden a provocar bromas variadas entre alumnos y profesores del Ría. Es público y notorio que en los otros centros del valle no se hacen desalojos o que, como máximo, se hace uno al año. En el Ría, sin embargo, el Señor Director ha llegado a la conclusión de que hacen falta tres. Desconocemos las razones que aconsejan un número tan exacto, lo que sí sabemos son los efectos negativos que se provocan.
El primero y más evidente es el de la interrupción de las horas de clase. El segundo es el de la invalidación de los exámenes que se estaban produciendo, lo que es una consecuencia de lo imprescindible del efecto sorpresa, que se asocia a cada simulacro. El tercero es el de la habituación, con lo que el ejercicio deja de considerarse algo excepcional para introducirse en la cotidianeidad de las aulas. De ello se deriva una respuesta lenta, con el peligro de que, en caso de siniestro real, se produzca una desgracia.
Del análisis y la reflexión de estos efectos resulta la idea de que un número excesivo de desalojos puede resultar contraproducente. El aumento de los efectivos de protección civil en nuestras administraciones públicas no debe conllevar una multiplicación irracional en el número de ejercicios de simulación, sino un trabajo más serio en su planificación y un mayor nivel de coordinación con sus actores: alumnos y profesores. El no realizar estas labores o el hacerlas a costa del horario escolar, que es el único que tenemos, es una muestra más del desprecio por un trabajo como el nuestro, el que realizamos al alimón alumnos y profesores, que sufre además de la competencia de excursiones, encuestas, evaluaciones externas, etc...
Alguien debería decir que ya está bien de desalojos y que aquí no cabe todo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Más sobre el bilingüismo

Carlos Rodríguez Mayo
Me dicen que alguno de nuestros mejores alumnos del ciclo inicial de la ESO de nuestro Instituto ha perdido alguna de sus clases para hacer publicidad de la enseñanza bilingüe en los Colegios de Primaria de nuestra zona escolar. También he visto los anuncios que la Comunidad de Madrid produce para la promoción de lo mismo en su ámbito territorial. Se diría que este es el signo de los tiempos. Existe una demanda social y los partidos la satisfacen. Pues, ¡qué bien! ¿No?
Sin embargo, yo me pregunto: ¿Por qué no se publicita también nuestra enseñanza no bilingüe? ¿Quién ha evaluado esta enseñanza bilingüe de la que se tiende a contar maravillas? ¿Quién nos ha contado los efectos negativos de este modelo de bilingüismo, improvisado por mediocres, que enfrenta a los profesores y discrimina a los alumnos? ¿Por qué no se nos dice que con este modelo, aunque se aprenda un poco más de francés y de inglés, se aprende menos de todo lo demás? ¿Quién ha preguntado a los alumnos al repecto?
Pues sepan todos ustedes que sólo mi departamento, el de Geografía e Historia, ha intentado evaluar esta cuestión, y que de sus conclusiones no se deduce que lo mejor sea apostar por este mal simulacro de  bilingüsmo, sino todo lo contrario (vean los artículos de abril y mayo dedicados a este tema).
Por lo tanto, que dejen a los alumnos en sus clases, que para eso vienen al centro, y que dejen de hacer publicidad de cuestiones discutibles. Manipular a jóvenes, menores de edad, incluye una grave responsabilidad moral. Ojalá que en las clases de “Educación para la ciudadanía” se aborde esta cuestión y se condene a los manipuladores. Que no se vuelva a repetir.

Silencio

Carlos Rodríguez Mayo
Quedamos el mes pasado en que seguiríamos las informaciones al respecto de las bandas de Camargo, para valorar el comportamiento de cada cual. Tras la comunicación interna del Director al Claustro de Profesores, el desmentido del Delegado del Gobierno (no son bandas, son pandillas) y la campaña del CSIF por el reconocimiento de la autoridad pública del profesor: ¿Qué ha sucedido? ¿Alguna rectificación utilizando el derecho de réplica? ¿Alguna manifestación pública para devolver el buen nombre al Instituto?
-Nada: Silencio.
Como casi siempre, la gente ha comentado sin contar con una información fiable, asumiendo la manipulación interesada del Diario Montañés. Alguien dirá: Palabras que se lleva el viento... Sin embargo, yo digo: Prefiero la indignación del que defiende lo suyo, del que lucha contra lo que cree injusto, que el silencio vergonzante del que calla porque tiene otros intereses. ¿Acaso es mejor olvidarse del honor del Instituto? Alguien debería recordar que el nuestro es el más antiguo de los Institutos del valle, el heredero de la tradición de aquella Enseñanza Media de calidad que ha sustentado el desarrollo español en los últimos treinta años. Alguien debería evitar que nuestra Enseñanza Pública se siga degradando por esta política cerril, cuya piedra angular es el “aquí no pasa nada”, el “todo va bien, tranquilos” o el “seamos discretos, callad...” Alguien debería decir que en todos los sitios cuecen habas, que el nuestro no es un mal Centro Educativo y que hay datos (antiguos) que nos avalan, y así evitar que el antiguo Instituto de Camargo (hoy IES Ría del Carmen) sea rechazado y se vacíe.
Es con estos silencios clamorosos como se ha expulsado de nuestro Instituto a los profesores más experimentados, para hacer sitio a la clientela de los nuevos poderes, ligados a los “planes” promovidos por la administración. Es el silencio el que aumenta la indisciplina, mientras se reducen los programas y baja el nivel del aprendizaje de los alumnos. Es así como la enseñanza pública se desliza hacia la vulgaridad, hacia la falta de exigencia y de rigor y hacia la aceptación de una degradación inevitable. El silencio de los políticos, directores, profesores, AMPAS y alumnos ante lo que está pasando es elocuente: ¡Qué pena!