miércoles, 2 de junio de 2010

Silencio

Carlos Rodríguez Mayo
Quedamos el mes pasado en que seguiríamos las informaciones al respecto de las bandas de Camargo, para valorar el comportamiento de cada cual. Tras la comunicación interna del Director al Claustro de Profesores, el desmentido del Delegado del Gobierno (no son bandas, son pandillas) y la campaña del CSIF por el reconocimiento de la autoridad pública del profesor: ¿Qué ha sucedido? ¿Alguna rectificación utilizando el derecho de réplica? ¿Alguna manifestación pública para devolver el buen nombre al Instituto?
-Nada: Silencio.
Como casi siempre, la gente ha comentado sin contar con una información fiable, asumiendo la manipulación interesada del Diario Montañés. Alguien dirá: Palabras que se lleva el viento... Sin embargo, yo digo: Prefiero la indignación del que defiende lo suyo, del que lucha contra lo que cree injusto, que el silencio vergonzante del que calla porque tiene otros intereses. ¿Acaso es mejor olvidarse del honor del Instituto? Alguien debería recordar que el nuestro es el más antiguo de los Institutos del valle, el heredero de la tradición de aquella Enseñanza Media de calidad que ha sustentado el desarrollo español en los últimos treinta años. Alguien debería evitar que nuestra Enseñanza Pública se siga degradando por esta política cerril, cuya piedra angular es el “aquí no pasa nada”, el “todo va bien, tranquilos” o el “seamos discretos, callad...” Alguien debería decir que en todos los sitios cuecen habas, que el nuestro no es un mal Centro Educativo y que hay datos (antiguos) que nos avalan, y así evitar que el antiguo Instituto de Camargo (hoy IES Ría del Carmen) sea rechazado y se vacíe.
Es con estos silencios clamorosos como se ha expulsado de nuestro Instituto a los profesores más experimentados, para hacer sitio a la clientela de los nuevos poderes, ligados a los “planes” promovidos por la administración. Es el silencio el que aumenta la indisciplina, mientras se reducen los programas y baja el nivel del aprendizaje de los alumnos. Es así como la enseñanza pública se desliza hacia la vulgaridad, hacia la falta de exigencia y de rigor y hacia la aceptación de una degradación inevitable. El silencio de los políticos, directores, profesores, AMPAS y alumnos ante lo que está pasando es elocuente: ¡Qué pena!

1 comentario:

  1. A este artículo tengo que decir que tiene toda la razón del mundo. Yo también me he sentido indignada al comprobar que aunque el director del "IES Ría del Carmen" dijese (o eso he oído)que la información publicada en el artículo que ya todos conocemos fuese falsa y manipulada, no se ha disculpado publicamente ante tales acusaciones contra todo el centro y ni siquiera se ha hecho la mas mínima mención de ello a los alumnos, profesores y padres.

    Sinceramente, me parece muy triste que en pleno siglo XXI cuando presumimos de tanto bilingüismo y tanta modernización, sigamos así de retrasados a la hora de reconocer nuestros errores.

    Fdo: Una alumna que se va y feliz de hacerlo.

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