miércoles, 16 de marzo de 2011

No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia

Cristina Romillo Barquín
Los días de lluvia son los peores, no solo porque el paisaje que vemos nos parezca mas triste que cuando está soleado o porque la lluvia impida que te muevas por las calles con mas comodidad, o porque tengas que estar pendiente del paraguas y de no sacar un ojo a alguien. En el instituto, en estos días, la gente se amontona en el holl y en las zonas cubiertas ya que en las clases y en los pasillos se supone que solo pueden estar los de bachiller. Para las limpiadoras también deben ser los peores días. Hoy por ejemplo me he encontrado después del segundo recreo el holl manchado con las marcas de las huellas de los zapatos mojados, con bolsas de comida y con un gran insulto escrito en el suelo: Hijo p... Parece increible que no seamos capaces de cuidar nuestro centro, parece mentira que seamos tan cerdos, ¿cómo es posible aceptar la suciedad sin protestar?

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