sábado, 30 de junio de 2012

La reforma educativa de Wert

Carlos Rodríguez Mayo
Según los periódicos la próxima reforma educativa se basa en lo siguientes puntos: 
 1º- Se reinventan las reválidas al final de Primaria, la ESO y el Bachillerato y desaparece el examen de selectividad.  
 2º - Se facilita la capilaridad entre los itinerarios, a través de pasarelas distintas entre los distintos programas educativos. 
 3º - Se vuelve a las materias clave como Lengua, y Matemáticas, que con los idiomas sumarán un 25% más de peso horario, mientras desaparecen las marías u optativas descafeinadas que tanto habían proliferado. 
 4º- Se incentiva el esfuerzo. Se impide en bachillerato avanzar de curso con más de dos asignaturas suspensas. 
A mi me gusta la propuesta porque coincide en buena medida con mi diagnóstico.
Al respecto del primer punto diré que la evaluación del sistema a través de estos exámenes es un ejercicio imprescindible para homogeneizarlo y para medir el nivel de centros, profesores y alumnos. De ello depende la calidad del sistema. Con estas reválidas ya no hará falta explicar que saber no es un adorno, porque su misma existencia lo demuestra. 
Con respecto a los itinerarios, habría que decir que las pasarelas de comunicación entre ellos, a modo de vasos comunicantes, son siempre necesarias. Sin embargo, para no dar gato por liebre, el sistema debería de ser capaz de segregar anticuerpos contra la práctica del uso de caminos alternativos que resulten más fáciles y rápidos que el “recorrido normal”. Para evitar este problema no vendría mal permitir a la autovía regular la incorporación desde las otras vías con un semáforo de acceso, es decir, con un examen. 
En cuanto a la desaparición de las optativas "marías", estoy totalmente de acuerdo. Pero, cuidado. No olvidemos que además de Matemáticas y Lenguas, como asignaturas instrumentales, hay también Ciencias Naturales, Física y Química, Geografía e Historia y Literatura y Arte... No sólo hay que conocer los instrumentos para aprender, también hay que saber cosas. 
Sobre el esfuerzo hay que decir que es el elemento básico del aprendizaje y que su potenciación siempre debe ser la primera prioridad. Sin embargo, también es un arma de doble filo. Exigiendo más, no me cabe la menor duda, se consiguen mejores resultados, si lo que se mide es lo que se sabe, pero se empeoran los resultados si lo que se mide es la proporción de aprobados. A los socialistas les importó poco el saber y mucho la % de aprobados, por eso Pisa les pisó en el callo. Ahora el PP incentiva el esfuerzo, pero habrá que soportar, en consecuencia, un aumento de la proporción de suspensos y una reducción consiguiente de la proporción de los alumnos que opten por la fórmula más difícil: el bachillerato. 
La estructura que tenemos incluye dos tipos de IES, los antiguos centros de FP, que tienen bachillerato y módulos, y los antiguos centros de bachillerato, que sólo tienen bachillerato. Para racionalizar el gasto, me parece, lo lógico sería volver al punto de partida, previo a la LOGSE, y separar a los Centros de Bachillerato de los Centros de Formación Profesional, centralizando el bachillerato en los IES sin módulos. Lo mismo debería suceder con el bilingüismo, porque la especialización ahorra y mejora la calidad.

jueves, 28 de junio de 2012

Otra evaluación negativa del bilingüismo

Carlos Rodríguez Mayo
Como el año pasado la autoridad educativa no ha hecho pública ninguna evaluación del bilingüismo que permita comprender qué es lo que está pasando.
Pues bien, mi departamento, que ha sido implicado en el PPLE en contra de su voluntad, sigue manifestando los problemas que resultan para la Geografía e Historia de su impartición en otro idioma (los programas se reducen a lo mínimo), mientras al mismo tiempo no se denota una mejoría en el conocimiento del idioma extranjero.
Manifestación de ello son los resultados de las pruebas de selectividad de los tres últimos años. A diferencia de lo que sucedió el primer año de los representados abajo, con el último grupo sin bilingüismo -el cual consiguió no tener ningún alumno suspendido y obtuvo como máxima frecuencia el 7-8-, los grupos del curso pasado y de éste, ambos ya bilingües durante la ESO, suspenden en una proporcion minoritaria y obtienen como frecuencia máxima el 5-6.
Por lo tanto, aunque es evidente que este año los resultados en inglés son mejores que los del año anterior, ambos grupos bilingües siguen muy por debajo de los del grupo no bilingüe del 2009-2010.
Interpretar que la enseñanza bilingüe no ha funcionado durante la ESO a un nivel suficiente como para que se note en una mejora en los resultados de sus alumnos en el examen de selectividad, es una deducción que tiene bastante lógica.
Mientras las autoridades no hagan otra evaluación, esto es lo único que tenemos.

Respetar el honor de los otros

Carlos Rodríguez Mayo
Me dicen algunos compañeros que piense en las heridas que se producen por las opiniones vertidas en este blog. Les contesto que este blog es una revista de opinión y que su virtualidad es esa, la de expresar pensamientos, críticas o desacuerdos personales acerca de lo que pasa al lado. Me dicen que no conviene que se vea una división entre el profesorado tan notable como la que yo trasluzco en mis comentarios y yo les digo que es mi opinión la que aparece y que yo tengo derecho a expresarla, aunque sólo sea mía, para poder convencer con mis razonamientos, para poder explicarme y para que otros puedan hacer lo mismo (y vuelvo a repetir la cantinela de que el blog está abierto a todos para que todos transmitan su opinión firmada y responsable al respecto de lo que sea) y les digo que no entiendo por qué hay que esconder lo que se piensa, por qué conviene callarse cuando uno no está de acuerdo, o por qué tiene uno que conformarse con decir lo que corresponda a quien corresponda y no hacer público lo que es público para que todo el mundo se entere de lo que pasa.
En una sociedad democrática es necesario una escuela que enseñe a expresar en público las cuestiones que son públicas, y hacerlo en una revista es algo que tiene una antigua tradición. En una sociedad democrática la discrepencia no es casi nunca la contraposición entre verdad y mentira, sino más bien la contraposición entre dos visiones diferentes y muchas veces complementarias de la misma cuestión, de manera que expresarlas es bueno y saludable, si uno parte de la idea de que el que piensa diferente no es un enemigo, y sí es alguien que pretende resolver los problemas contigo o junto a ti. 
En el ejercicio de la libertad de expresión hay siempre muchos riesgos y yo los he asumido desde el principio. Uno de ellos, el principal, es el de ofrecer opiniones y argumentos que no gusten, informaciones o descripciones de hechos en los que alguien pueda resultar malparado. Es evidente que estos problemas previstos exigían de mi y de cualquiera prudencia y moderación. Al respecto he de decir que, aunque tal vez en alguna ocasión haya podido equivocarme, he luchado contra el error, utilizando sólo una herramienta: el rigor. Pensé que estaba preparado para ésto y lo hice. Sin embargo, para lo que uno no estaba preparado es para el festival de descalificaciones que he recibido recientemente por dirigir el producto que están leyendo ustedes. A todos los que han llenado mi nombre de adjetivos calificativos les he intentado contestar con la palabra, intentando controlar el impulso de pagarles con la misma moneda. Afortunadamente he conseguido no exaltarme. La ley protege nuestro nombre y nadie debería poder transgredirla sin coste. En un país verdaderamente democrático el que desafía la ley sufre las consecuencias con la sanción legal correspondiente y sufre, además, la represión de la comunidad que muestra su desagrado apoyando a la víctima y repudiando al transgresor. La ley en una democracia es el resumen de la decencia colectiva, el resultado final de un antiguo pacto, el que se produce en el contrato social que está en el origen del poder. En España, sin embargo, transgredir la norma es para muchos un orgullo que se jalea publicamente. Este desprecio por el imperio de la ley es sólo un síntoma de lo poco que valoramos el sistema democrático. Cuidar las formas, en el sentido antedicho, por lo tanto, no es sólo una muestra de educación elemental, es también un signo de cultura democrática. A todos nos cuesta elegir bien las palabras y no llegar con ellas demasiado lejos. Los que no lo hacen siembran la democracia de explosivos que nos sorprenden y nos asustan con sus detonaciones. También los que lo jalean o admiten que suceda como algo que está en la lógica del sistema colaboran en desprestigiar el ejercicio básico de la democracia que pretende ejercitarse en este blog: el ejercicio libre del debate y del contraste de pareceres.

domingo, 17 de junio de 2012

Los huelguistas y yo

Carlos Rodríguez Mayo
Como ya he dicho, decidí hacer la última huelga, pero no por estar contra los recortes, si estos son necesarios, sino por estar contra estos recortes indiscriminados que no tienen dirección ni sentido. Desde entonces he esperado el debate sobre los problemas de la enseñanza pública y no he escuchado nada que no sea esa verdad a medias, que se desgasta si se repite en exceso, de que hacen falta profesores. En la última reunión de la huelga, el pasado miércoles, ofrecí este blog al movimiento para que en él se produjera el debate que se proponía en torno a la enseñanza pública. Les dije que yo lo creé para eso y que garantizaba el respeto absoluto por las palabras de cada cual. La única cautela que introducía era la de la necesidad de que todo lo que saliera en él estuviera firmado por personas o por colectivos de los centros con nombres y apellidos y la de que el blog no tuviera carácter exclusivo y sirviera también para expresarse en sentido contrario desde la pluralidad y el sentido democrático.
En principio se aceptó mi ofrecimiento, pero, el viernes, alguien me explicó que se prefería abrir un blog exclusivo para la huelga. 
Comprendo muy bien lo que sucede, demasiado bien. Este blog lleva mucho tiempo esperando el debate como para no saber lo que pasa. El silencio que acompaña aquí a mis artículos es un clamor. Y es que en realidad no hay ningún debate, porque todos necesitan mantener que el mundo en el que vivimos aún -no olvidemos que todavía no se han hecho efectivos los recortes- es el mejor de los posibles.
En efecto, unos opinan que la escuela que tenemos es un prodigio, porque la han creado ellos, y que el gobierno actual la quiere destruir, y los otros, que son críticos con el sistema, consideran, sin embargo, que es mejor dejarlo así, aunque estén en el gobierno. Yo mantengo lo contrario. Por eso sé que el silencio va a seguir acompañándome. Sin embargo yo no puedo dejar de decir lo que siempre he dicho. Que teníamos una antigua enseñanza pública muy digna. Que una política equivocada del gobierno PSOE la ha degradado enormemente, y que el gobierno actual sin rumbo, deja que continúe degradándose, limitando su intervención a los recortes, porque  no hay una línea política definida. Que hace falta un diagnóstico de las enfermedades que padecemos y pensar en las medicinas. Que el problema no consiste solamente en que falten profesores, que el problema está en la inexistencia de reválidas, en la falta de exigencia y de control disciplinario de los alumnos, y en el proceso de selección del profesorado. Y que hay problemas, también, derivados de los programas del anterior gobierno (el bilingüismo entre ellos), que son en general enormes y caros brindis al sol. Solucionarlos exige un debate, en el que al menos se denuncien, y un consenso que no quieren ninguno de los dos partidos. Tampoco lo quieren los huelguistas. Si lo quisieran escribirían aquí o en otros sitios y dirían algo más de lo que dicen.
Mientras llega este momento, yo sigo ofreciendo aquí este blog, esta plataforma que se dice independiente y que quiere seguir siéndolo... Seguiré esperando contra toda esperanza y mirando lo que pasa, y lo seguiré contando aquí.

jueves, 14 de junio de 2012

Concentración ante el Ayuntamiento de Camargo

Carlos Rodríguez Mayo


Acabadas las clases en cada uno de nuestros centros, a las dos y media de la tarde del pasado miércoles, se hizo una concentración de color verde a las puertas del Ayuntamiento. 
Compañeros de todos los institutos del valle de Camargo y de la mayor parte de los colegios que habíamos apoyado la última huelga pudimos vernos y escuchar lo que cada cual quiso decir. 
Se pensó que sería bueno seguir reuniéndonos allí todos los miércoles a la misma hora y así lo decidimos.
Os dejo estas dos fotos que dan noticia gráfica de lo que pasó.

domingo, 10 de junio de 2012

Lenguaje no sexista

Carlos Rodríguez Mayo
Dura ya demasiado la moda de hablar y de escribir el masculino, seguido del femenino, o a la inversa, cuando uno se refiere a conjuntos de personas, para demostrar que hoy en día no se habla como la gente hablaba antes, como hablaron nuestros padres y nuestros abuelos, porque entonces la cultura era sexista, y nosotros somos mejores, diferentes.
Los que así piensan son muchos. Están en los sindicatos y en los partidos de izquierda y entre los nacionalistas. También hay algunos modernos en la derecha que utilizan este lenguaje al que llaman no sexista. Se diría que al hablar en público el que quiere ser guay, moderno o de izquierdas se empeña en hablar así y que el que no lo hace resulta que es un carca o un viejo. Y en efecto cada vez son más los compañeros que utilizan estas formas en sus parlamentos y escritos.
Nada tengo contra ellos y contra su forma de hablar, pero sí que tengo claro que clasismo y sectarismo son la misma enfermedad, aunque en diferente trinchera, que el idioma es un acuerdo general y nunca una imposición, que el principio de economía en el lenguaje impide que la generalización de esta forma de hablar no sexista sea un objetivo posible, y que utilizarlo resulta farragoso y formalmente incorrecto. Por eso yo siempre he evitado que aparezca en este blog una muestra de esta moda y por eso tengo que justificar la excepción, que confirma la regla, como ajena a mi voluntad.
Queda en el aire, sin embargo, una pregunta que los profesores de lengua deberían contestar claramente. Si aceptamos que es correcto el lenguaje de nuestros padres y también el no sexista, ¿por qué no aceptar también que haber se escribe sin h?

viernes, 8 de junio de 2012

Invitación a la despedida


Carlos Rodríguez Mayo
Siguiendo las instruciones de Tamara Méndez, publico una copia de la invitación al acto de despedida de los alumnos de 2º de Bachillerato de nuestro centro.
Como la copia que me envía Tamara no sale reproducida con la calidad suficiente, me permito transcribir su contenido:
"Nos graduamos:
Los alumnos y alumnas del I.E.S. Ría del Carmen le invitan a la fiesta de graduación que se celebrará el viernes 22 de junio a las 18:00 en el pabellón del centro.
Esperamos su asistencia.
Gracias"

Noticias del bar

Carlos Rodríguez Mayo
Ayer no tuve tiempo de contaros una buena noticia. Se trata de que Begoña ha conseguido finalmente la renovación de la concesión del bar del Instituto. Sé, porque me lo ha comentado con los ojos enrojecidos, que durante muchas semanas ha pasado un infierno, temiendo que toda su inversión en tiempo, dinero y cariño, fuera dilapidada por una administración ciega que parecía atenerse más a unos impersonales papeles que a la disponibilidad personal y a la calidad del servicio de restauración de Begoña y Merche. Afortunadamente los negros nubarrones que se cernieron sobre su pequeño negocio se han disipado y hoy podemos felicitarnos de la continuidad de ambas en nuestro instituto. Un fuerte abrazo.

miércoles, 6 de junio de 2012

Recetas de izquierda para la política del PP

Carlos Rodríguez Mayo
La política del PP en lo relativo a la educación se va mostrando poco a poco. Pasadas las elecciones generales, su prioridad general son los recortes, porque hay que reducir el gasto. En el camino, sin embargo, se mantiene o incrementa el nivel de subvenciones a la enseñanza privada, y se dejan en suspenso las políticas destinadas a afrontar, resolver o solucionar los problemas generados por las políticas socialistas. Entre ellos hubo uno que consiguió una rara unanimidad entre profesores y padres: el de la irracionalidad de los exámenes extraordinarios de la ESO en el mes de junio, que las autonomías socialistas impusieron para evitar la lógica de su realización en el mes de septiembre. De este modo se aceptaba que en un sistema de evaluación continua se aprobase en sólo una semana a quienes se había suspendido durante nueve meses, sin darles tiempo suficiente para reformarse y cambiar. De este modo se producía una semana loca entre la evaluación ordinaria y la extraordinaria en la que los aprobados tenían obligación legal de asistir a clase, pero carecían ya de su derecho a la evaluación continua porque ya no se podían modificar sus resultados. Pues bien, esta irracionalidad se sigue manteniendo un año más, como tantos y tantos problemas marginados por la ceguera interesada del partido que gobierna, concentrado en recortar sin cambiar nada, como si lo heredado fuera un dechado de virtudes. Mientras el PP recorta, todos los inventos del anterior gobierno se mantienen, como sucede con el bilingüismo y con los apoyos en Lengua, Matemáticas e Inglés que producen condiciones de trabajo diferentes entre los profesores y que discriminan a los grupos de alumnos entre sí. Mientras el PP recorta, nadie plantea la necesidad de un sistema disciplinario más ágil y efectivo, ni que desaparezcan las múltiples Marías que proliferan a costa de las asignaturas tradicionales, nadie levanta la voz para que se restrinjan las excursiones de contenido turístico o para que la historia de España en 2º de Bachillerato recupere la hora semanal que se mantiene en las autonomías que no gobernó el PSOE. De modo que, mientras se sigue el camino de las políticas heredadas, se profundizan los defectos del sistema, sin que nadie ponga el dedo en la yaga, sin que se haga una evaluación seria y con argumentos de peso de lo que sucede en las aulas. 
En la salsa cocinada por el PSOE se cocinó la degradación de nuestra enseñanza pública. Por entonces casi nadie dijo nada de los platos que se estaban rompiendo, salvo el informe Pisa. Sin embargo, a pesar de que Europa ya nos dijo que aquí hay algo que no funciona bien, el PP no siente la menor vergüenza en seguir aplicando las mismas recetas del PSOE con lo que se sigue profundizando el fracaso de nuestra enseñanza pública y se demuestra una falta de convicción y de interés real en el gobierno de cambiar para mejor.

sábado, 2 de junio de 2012

Los recortes

Carlos Rodríguez Mayo
En la última asamblea de profesores, Matilde, la Jefa de Estudios, hizo una aportación al conocimiento general a partir de los datos del cupo de profesores, que se había ido comunicando en particular a cada uno de los departamentos. Nos dijo que el nº de horas lectivas previstas para el año que viene era casi el mismo que este año y que la disminución en el nº de profesores era el resultado de las dos horas más de trabajo con las que rellenaríamos todos nuestro horario al año que viene, más las dos o tres horas de reducción que perdíamos los mayores de 55 años. En consecuencia, en la teoría se mantienen todos los desdobles y todos los servicios de este año, es decir, y ésto es lo que me parece más lamentable de lo que pasa, se mantiene la muy mejorable situación de la enseñanza pública en España, se mantienen todos los problemas en la misma situación del punto de partida, con sólo un cambio básico: Que habrá menos profesores, más alumnos por aula y más horas de clase para los profesores.
Ni el partido en el poder ni la mayor parte de los profesores entra en debate sobre los males del sistema educativo y sobre la necesidad o no necesidad de una reforma y de sus criterios.
Si el momento para hablar de los problemas del sistema educativo no es éste, ¿cuándo llegará el momento?