jueves, 31 de octubre de 2013

Evaluar en día de huelga

Carlos Rodríguez Mayo
Me envían un escrito dos alumnos muy enfadados por un caso muy frecuente. Dicen que en algunas clases se han planteado ejercicios o trabajos el día de la huelga y que su profesor pretende tenerlos en cuenta en la primera evaluación, perjudicando con ello a los alumnos ausentes. 
Como el texto no tenía una ortografía aceptable, he decidido no publicar estos escritos pero sí que quiero contestarlos para intentar enfrentar su punto de vista. Su idea, cuyo origen reconozco en la prohibición de los exámenes que hizo el Señor Director el curso pasado, implica que los profesores no huelguistas deberían adoptar una posición neutral consistente en no avanzar materia ni evaluar. Sin embargo, esta no es mi opinión. Para mi resulta evidente que la decisión de cada cual implica una distinta posición política y que, lo mismo que se entiende que los huelguistas puedan intentar favorecer la huelga, se puede entender que haya profesores no huelguistas que no la favorezcan. Aunque la neutralidad es una opción posible, se puede ser también beligerante en contra de la huelga y no ser necesariamente neutral. Es más, si como alumno o como profesor sólo cabe venir o no venir a clase, me parece que la posición de cada uno puede ser más o menos radical, pero nunca será totalmente neutral.  
Sobre la ley, os repetiré nuevamente que el derecho de huelga no existe para la población estudiantil. Según la ley vigente sólo existe el derecho a no asistir a clase para el caso de que se produzca un proceso de reunión de los grupos en el que se plantee el tema de la convocatoria y se vote, dado que lo que de hecho se reconoce es el derecho de reunión.
Además debéis saber que el derecho de huelga se reconoce en la Constitución a los asalariados. Estos, los profesores por ejemplo, tienen derecho a hacerla, pero también a no hacerla. Los que la hacen pagan su inasistencia con la pérdida de sus emolumentos y los que no la hacen están obligados por la ley y por la lógica a trabajar, es decir, a dar clase. Los alumnos asistentes tienen todo el derecho a su clase (para eso vienen) y a que se les evalúe, según el principio de evaluación continua, de manera que es normal que, si se ha fijado previamente un examen o si se ha realizado una actividad, se recoja lo producido para luego ser valorado. Yo suelo hacerlo porque creo que así tiene que ser. Otra cosa es la trascendencia que se deba dar al trabajo o al examen que se realice y la posibilidad que se ofrezca a los huelguistas de realizar ese mismo ejercicio u otro distinto que equilibre su esfuerzo con el de los no huelguistas. Creo que, por respeto a la huelga, el peso de a las actividades del día debe ser moderado y nunca definitivo, pero también creo en que, si se hacen, hay que valorar lo producido para que quede huella del trabajo efectivo y honrado de los profesores y de los alumnos, un trabajo importante y necesario, también en día de huelga, que se debe valorar porque los que lo hacen no están en huelga y tienen derecho a ello.
Creo, para terminar, que mi opinión no es mayoritaria. Otros profesores piensan lo contrario, preguntadles, pero os ruego que no confundáis vuestro interés y el suyo con la racionalidad laboral del comportamiento de los no huelguistas. Si hay libertad, la libertad es para todos. Tus derechos llegan sólo hasta el lugar en que entran en conflicto con otros derechos y responsabilidades. Esto mismo se lo dije al Señor Director, cuando la famosa prohibición, y os lo digo ahora a vosotros, porque me habéis preguntado: Los profesores que no hacen huelga no sólo tienen derecho a evaluar, tienen que hacerlo.

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