Leo en el periódico de hoy (el Diario Montañés) una noticia que, a mi parecer, utiliza el contenido de nuestro trabajo con fines electoralistas. Se dice en esta noticia que la Consejería de Educación contratará profesores nativos para los centros bilingües.
Al respecto debo decir que nada tendría en contra de que se hiciera tal cosa, si pensara que algo positivo se iba a derivar de ello, pero, conociendo el percal, puedo atreverme a decir que un gasto en este sentido sería innecesario, que no existe la más mínima demanda social ni profesional al respecto y que la noticia, por lo tanto, es pura propaganda electoral.
Ante el asunto del bilingüismo, repito: No se dejen engañar. Está mal planteado. El bilingüismo actual es tan sólo un sistema zafio de diferenciación de grupos según su competencia, capacidad y gusto por el estudio. El bilingüismo actual no sirve para producir un aumento de los conocimientos en inglés de los alumnos y provoca, sin embargo, un descenso significativo en el nivel de las asignturas impartidas en inglés (caso de la Ciencias Sociales en nuestro centro). El blingüismo no resuelve ningún problema relevante, salvo el conceder a los padres y a los alumnos grupos elitistas, sin el lastre de los temidos “desertores del estudio”, y a los profesores bilingües algunos privilegios. Aunque no lo pida el PSOE ni el PP, alguien tendría que acabar con nuestro mal bilingüismo.
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