viernes, 11 de noviembre de 2011

Simulacro de incendios sin sorpresa

Adriana Blanco Casar
El pasado miércoles, cuando comenzábamos la clase de investigación, sonó la alarma de incendios. Es algo que no nos causó sorpresa, ya que días antes habían preparado los carteles para que supiéramos dónde tendríamos que ponernos cada curso en caso de tener que ser desalojados, por ello, al verlos, nos imaginábamos lo que podría pasar durante la semana. Además nada más entrar en el edificio, después del primer recreo, nos encontramos a los miembros de protección civil, con su llamativo uniforme, y lo asociamos con el simulacro. A pesar de ello, considero que el desalojo del instituto no se llevó a cabo de forma adecuada, ya que los alumnos que estábamos situados en el ala izquierda del instituto nos desalojaron por la puerta más cercana, por la que conduce al aparcamiento de coches y al lugar donde se encuentra el gasoil de la calefacción. Por este motivo, si el incendio hubiera sucedido realmente, podríamos haber volado por los aires al haber pasado por esa zona. Además los alumnos sabíamos que este simulacro se produciría a lo largo de la semana y por ello no nos lo tomamos en serio. Sería conveniente que en el próximo simulacro los alumnos no supiésemos nada para hacerlo por sorpresa.

1 comentario:

  1. Hombre, es interesante tu sugerencia de precaución ante el depósito de gasoil, pero se supone que el incendio o la incidencia no se ha producido en el depósito... Riesgos hay por todos lados y no se podría hacer un simulacro que piense en todos a la vez...
    En cuanto a tomarse en serio o en broma el asunto, depende de cada cual, del control y responsabilidad de cada uno y de la valoración que se haga de la actividad.
    Se debe tener en cuenta que el número de simulacros no puede ser muy abundante, porque aquí estamos haciendo algo que es prioritario, algo que es muy importante: Dar clases...

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