Buscalíos goleó a Redbull

Carlos Rodríguez Mayo

Aunque el conocimiento de la alineación del equipo contrario les hacía comenzar el partido temiéndose lo peor, los chavales del "Redbull" no tardaron en cambiar de opinión cuando, apenas había transcurrido un minuto del encuentro, ya dominaban en el marcador al "Buscalíos" por uno a cero. En efecto, Manuel Zamanillo había conseguido marcar en una jugada bien hilvanada y el equipo lo había celebrado sin aspavientos, replegándose a su campo con toda normalidad. Sin embargo, aquello fue sólo un espejismo. Aún quedaba por delante la eternidad de 19 minutos, y el equipo, conformado por gente habilidosa pero no muy alta ni pesada, tenía pocas posibilidades de aguantar con garantías la fuerza física evidentemente superior de sus contrarios. 

Los minutos que siguieron manifestaron la intención del "Buscalíos" de luchar por la victoria. Se aplicaron con vigor y técnica a intentar dominar al contrario y no cesaron de hacerlo, acorralando en su campo al rival, hasta que comenzaron a imponerse claramente. Su empuje se manifestó primero en el gol del empate de Daniel Mendicute y luego con los que consiguieron Pablo y el mismo Daniel. Al acabar el primer tiempo el  marcador ya señalaba un 4 a 1 y pareció que el pescado ya estaba vendido.
En efecto, en el segundo tiempo se repitió la misma historia, porque otros cuatro goles se sumaron a los conseguidos antes. Total, un resultado de 8 - 1 que expresa claramente la superioridad del "Buscalíos". La novedad, en esta ocasión, vino del vestuario del Redbull, que en el segundo tiempo vistió unos petos de color butano fosforescente que facilitaron mucho su identificación por los espectadores. A señalar también el protagonismo de Daniel Mendicute, que con sus cinco goles se convierte en el Pichichi provisional del torneo (en el partido, además: Pablo = 2, Bruno Incera, Manuel Zamanillo = 1)

El partido se disputó con gran deportividad y con una muy abundante asistencia de público, el cual, aunque criticó las frecuentes decisiones del árbitro (equivocadas, sí, pero siempre imparciales), mostró en todo momento respeto y un agudo sentido del humor.