domingo, 8 de abril de 2012

Sin futuro

Carlos Rodríguez Mayo
Nuestros jovenes, sobradamente preparados, se marchan para buscar trabajo a otros países. Buscan su propio futuro, algo que aquí no existe. Han estudiado medicina, ingeniería, enfermería, biología, informática. Son los mejores, los que más han destacado, los que más se han esforzado, y se marchan al extranjero a buscarse la vida, a aprender los idiomas que no saben, a labrarse un futuro.
Mientras toman sus vuelos de salida en nuestros aeropuertos, escuchan a nuestros políticos. Unos les hablan de que aquí no hay que abaratar el despido, aunque esa sea su única esperanza, de que aquí el mérito y la capacidad es lo de menos, que da igual esforzarse o no esforzarse, que hay que aprender a ser listo y a escaquearse y a protestar, que los ricos nunca tienen razón, porque la razón es siempre de los pobres. Los otros nos gobiernan sin mirar alrededor, sin implicarse en el dolor que está creciendo y actúan como si el problema fuera sólo cosa de números, de matemáticas y fuera fácil defender el armazón de esta estructura que se está cayendo de golpe, actúan como si ellos no tuvieran la culpa de que los chicos tengan que marcharse... La culpa la tenemos todos, porque todos nos hemos dejado engañar, porque todos hemos dejado medrar a nuestro lado la pesada demagogia que se enfrenta con los valores tradicionales del esfuerzo y la familia, los que habría que reconstruir si queremos enfrentar con garantías esta ruina amenzante... De manera que cuando veo cómo se marchan estos chicos, los mejores, los que más han sacrificado su juventud, aquellos que han recibido lo más importante que tenemos: La sangre de nuestro saber, la experiencia de los mejores, pienso en pedirles perdón por la herencia recibida. Les hemos engañado. Es injusto que sean ellos los que paguen el pato de esta crisis que ha encontrado en este país sin futuro el lugar ideal para instalarse. Hay que pedirles perdón. Su saber era nuestro mejor I+D, nuestro mayor capital. Su marcha nos hace a todos mucho más pobres.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario