martes, 27 de septiembre de 2011

No me toquéis las teclas

Angel Portilla Navarro
El día 21 de septiembre a cuarta hora, hemos venido a la clase de Iniciación a la Investigación en Ciencias Sociales al aula 308. Todo parecía normal. Todo parecía estar en buen estado, sin incidentes ni nada de especial, hasta que arrancamos los ordenadores.
Un compañero de mi clase se encontró dos teclas descolocadas, es decir, cambiadas de sitio, y a mí me dio por pensar en el autor de la bromita. ¿Cómo se puede aburrir tanto la gente? ¿Por qué llegar hasta el punto en el que sabes que vas a perjudicar a un alumno que va a usar el aparato después y arriesgarte a meterte en un buen lío si te pillan? Me sorprende, además, encontrarme con esto a estas alturas de curso, cuando apenas acabamos de empezar.
Para solucionar el problema, el departamento de tecnologia ha puesto unos partes en los que cada alumno que utilice un ordenador tendría que apuntarse. El profesor de esa clase deberia asegurarse de que todos se apuntan en el parte, ya que si se encuentra algun desperfecto en un ordenador se puede saber quién ha sido, y esto ayudaria a que todo funcionase con normalidad.
Espero que en el futuro podamos trabajar tranquilamente y sin problemas con los ordenadores.

2 comentarios:

  1. Convencer a los chicos de que deben ser adultos suele ser una pasión inútil... Pero gracias, Ángel. Con tu artículo demuestras madurez y buen juicio. Para los niños, siempre es bueno contar con el ejemplo y la comprensión de los alumnos mayores.

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  2. ¡Ojo con esto! Puede que a un alumno se le pase por alto la gamberrada del anterior y se coma la bronca. Yo por ejemplo no miro las teclas al escribir.
    De todos modos descuidad de que se carguen algo que se sepa que esten usando ellos...

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