Carlos Rodríguez Mayo
La semana pasada, en una de mis horas de guardia, estuve sustituyendo a un profesor y los alumnos me dijeron que, de las cuatro horas de clase transcurridas aquel día, sólo habían tenido una y media. Carezco de datos concretos al respecto, pero resulta muy claro que han sido muchos los grupos sin profesor en el mes de Septiembre y que los problemas no están totalmente resueltos en Octubre. Entretanto se resuelven, a mi me gustaría decir que resulta muy lamentable la actitud general al respecto. Los alumnos no se quejan. Yo diría que algunos de ellos ni siquiera lo comentan en sus casas. Los profesores y los directores solemos echar toda la responsabilidad sobre la Consejería de Educación y nos quitamos del medio, cuando deberíamos de ser los primeros en reclamar lo que está en la lógica del servicio que realizamos. Alimentar la idea de que nuestra responsabilidad se limita al ámbito estricto de nuestro aula es un sinsentido. Todos sufrimos de los defectos del sistema. Si algo funciona mal, se nota. Los centros deberían estar gestionados democráticamente de manera que se pudiera intervenir para impedir que el sistema se siga deteriorando. Por eso resulta necesario repetir que no es de recibo que se empiece el curso sin que hayan sido contratados todos los profesores necesarios, ni que haya que esperar a que llegue el mes de octubre para que empiece el goteo.
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