sábado, 4 de diciembre de 2010

Relatividad moral

Carlos Rodríguez Mayo
Los controladores aéreos nos han hecho rehenes a todos, dicen los medios de comunicación, con esta huelga salvaje que no se sujeta a ninguna normativa.¿Tiene algo que ver con nuestro sistema de enseñanza este conflicto que disfraza una huelga bajo la capa de una baja generalizada por motivos de enfermedad?
A mi modo de ver, el asunto que ahora provoca el escándalo ha sido cultivado por nuestro sistema educativo de forma concienzuda. Durante años, hemos formado a nuestros estudiantes en el sentido de que poco importa la trampa (hoy venía en el periódico que los españoles somos los europeos que más y mejor justifican al que copia), en el sentido de que ejercen un derecho de huelga que, a pesar de no estar regulado, se consiente sin que nadie diga nada, o en el sentido de que la bondad y la maldad son conceptos relativos. Daniel, nuestro antiguo director, por ejemplo, apareció un día en un informe semanal de la televisión defendiendo la relatividad moral del delito, con un pequeño cuento que casi lo justificaba...
La ley en nuestro tiempo se ha convertido en un enunciado discutible y su incumplimiento goza de una aureola positiva. La ley, en vez de plantearse por consenso, como un resumen de la moralidad general, que casi todos defenderíamos, se utiliza como arma arrojadiza de un partido contra otro. En estas condiciones es normal que se diga una cosa y se haga la contraria y que nadie se implique en el diseño de unos límites moralmente claros a nuestras acciones; unos límites que nadie pueda traspasar, porque si lo hace, no sólo se encontrará con la autoridad vigilante, sino que, además, el conjunto del cuerpo social lo sancionará con el desprecio. Hoy en día, se tiene tendencia a odiar tan sólo al delincuente del partido contrario, mientras se defiende al del propio. Los otros son siempre los malos, los enemigos... De este modo, se construyen las dictaduras de uno u otro signo, pero nunca así se construye un país.

1 comentario:

  1. ¡Hombre!, lo de que "ejercen un derecho de huelga que, a pesar de no estar regulado, se consiente sin que nadie diga nada...", pues ¡qué le voy a decir!, pero el 90% de la población y especialmente los que tenían pensado viajar ese día en que empezaron la huelga les han puesto a los controladores de hijos de puta para arriba, y eso por no hablar de que el gobierno "socialista" les ha establecido un férreo control militar (me pregunto qué habrían dicho tertulianos como María Antonia Iglesias o Enric Sopena si esa militarización la llega a haber hecho el PP).

    Por otro lado, desde mi modesto punto de vista, lo de la picaresca, quizá sobre todo en los países del sur de Europa, yo no lo achacaría a nuestro sistema educativo actual. Para mí ha existido siempre, lo que sucede es que ahora, con esta sociedad de masas en que vivimos, uno se entera mejor de todo lo que sucede y lo que sucede afecta a más gente: es el mundo global.

    Con respecto a lo del relativismo moral, creo que a veces las situación que se plantean en la vida son lo suficientemente poco claras, y/o en ellas intervienen tantas variables, como para poder aplicar un, al menos, cierto relativismo moral en algunos ámbitos. Si le interesa lo que digo, el próximo día, con más tiempo, le pongo algún ejemplo.

    ¡Un saludo!

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