miércoles, 22 de diciembre de 2010

Felicitación de Navidad

Contra el vandalismo gratuito

Elsa Ajo Navarro
La respuesta a la pregunta que plantea mi compañero Diego Madrazo en el artículo sobre el incidente sucedido en el patio con el autobús de ALSA es que este hecho, al igual que muchos otros, es un sinsentido. Continuamente suceden actos como estos y similares, los cuales generalmente pasan inadvertidos. Yo no entiendo por qué lo hacen, lo peor es que no se dan cuenta de que detrás de cada autobús no está el instituto, sino una empresa o una persona a la cual se está perjudicando inutilmente.
Hago una llamada a la sensatez. Os induzco a pensar que no es un simple hecho de vandalismo, sino algo que está perjudicando a la gente ya que su medio de vida es destruido de manera absurda. A veces se sabe quien es el autor, pero muchas veces no y quien paga los desperfectos es quien menos culpa tiene, en este caso el conductor o la empresa. Solo me queda decir que es muy triste que esto suceda, que parece que nos estamos convirtiendo en gente sin sentimientos, que no mira mas allá de sus actos. Como decía mi compañero, solo la chulería y la diversión explican lo sucedido, pero yo me pregunto ¿qué diversión se puede encontrar en provocar un problema como este?

martes, 21 de diciembre de 2010

Mis clases

Teresa Negro
Me dice Carlos (Rodríguez) que estaré contenta con las opiniones de una alumna sobre mis clases de química en el laboratorio. Si, claro, a todos nos gusta que hablen bien de nuestro trabajo, pero yo me pregunto ¿y qué pensarán de mis clases el resto de los aproximadamente 80 alumnos que tengo este curso?
Yo creo que mi trabajo consiste en explicar mi asignatura lo mejor que puedo. Naturalmente como es una materia experimental les llevo al laboratorio, para que entiendan mejor la teoría. A veces dudo, “¿les gusta ir al laboratorio sólo para jugar con los instrumentos?” No me estoy refiriendo al caso de nadie en particular, pero a veces salgo del laboratorio con la sensación de un esfuerzo inútil. De todas formas al día siguiente sigo pensando en preparar nuevos experimentos, cambiando esto o aquello, en fin, ni más ni menos que lo que hacemos todos en nuestro trabajo.
Con estas reflexiones quiero decir que un profesor debe hacer su trabajo sin tener en cuenta opiniones, (entendiendo sobre la metodología que requiere su materia ) igual que los alumnos deben elegir las asignaturas que más les interesen sin tener en cuenta si le va a dar clase tal o cual profesor. Cuando me pregunta algún alumno de un curso si le daré clase el siguiente yo siempre contesto: “si te gusta, elige la asignatura pero… ¡pasa de quien te va a dar las clases!
Venia yo al instituto esta mañana pensando estas y otras cosas, cuando oigo en la radio hablar a un eminente científico español (J.I. Cirac ). Decía que la mayor fuente de divisas en nuestro país es el turismo. Pero que esta fuente puede acabar en cualquier momento y deberíamos estar preparados para invertir en otras fuentes de riqueza y eso se está haciendo en otros países (Alemania, Singapur...) invirtiendo en educación, investigación y desarrollo, sin rebajar en nada el presupuesto anual para estos apartados (acordado por el partido en el gobierno y el partido en la oposición, vaya ejemplo para nuestro país).
Y eso a pesar de la crisis. ¿Qué hacen nuestros gobernantes en esta materia?
Nuestros jóvenes despiertos y con capacidad, que los tenemos (aquí mismo en nuestro centro) ¿tendrán que seguir emigrando a otros países para poder investigar? ¿su destino seguirá siendo el de camareros, dependientes, etc?
El día que esto esté claro para todos los votantes, o sea nosotros, no votaremos a ningún partido que no tenga en cuenta esta premisa.
HAY QUE INVERTIR EN DESARROLLO Y EDUCACIÓN, SI SE QUIERE CAMBIAR. NO HAY MUCHO TIEMPO, SI NO SE HACE, GENERACIONES ENTERAS SE PERDERÁN Y SEREMOS TODOS RESPONSABLES!!

Luna nueva

Diego Madrazo Arce
Ayer, día 20 de Diciembre, hubo un atentado contra la luna de un autobús aparcado en el patio de nuestro instituto. Ocurrió a última hora de la mañana, durante el transcurso del horario escolar. Sucedió que un alumno de primero de la ESO de este centro arrojó una piedra contra el cristal de una de las lunas laterales de un autobús de la empresa ALSA y lo rompió. Al parecer, otro conductor de otro autobús sabía quien era el alumno que arrojó la piedra y se lo dijo al conductor afectado, el cual fue a poner una denuncia.
Pero: ¿Por qué este alumno arrojo la piedra? ¿Por pura diversión o por el hecho de hacerse el duro y el mayor delante de sus amigos? Hoy en día, los jóvenes no saben cómo divertirse. Por desgracia, no es este el primer caso de violencia contra las cosas o las personas en este instituto ni será el último.

Feliz Navidad

Ana V. Quevedo Rodríguez
Llegan por fin las esperadas vacaciones de Navidad, después de un largo y duro trimestre. Ahora toca descansar y relajarse, pero no os preocupéis cuando volvamos seguiremos con el blog y escribiendo artículos de vuestro interés. Aprovechamos para desear a todos nuestros lectores una muy feliz navidad y un próspero año nuevo.

Responsabilidades del profesor

Carlos Rodríguez Mayo
El conflicto entre el alumno musulmán y el profesor de Geografía de la Línea de la Concepción en torno a la presunta ofensa a la dignidad de los que profesan esa fe religiosa por la utilización del ejemplo del jamón de Trévelez (de las Alpujarras), en una clase de climatología, ilustra la tendencia de algunos alumnos a invadir el espacio del profesor, matizando sus frases, solicitando o exigiendo otras metodologías o discutiendo lo que es una verdad científica perfectamente verificable.
En tercero de la ESO, por ejemplo, era común que mis alumnos me corrigieran, cuando explicaba que al grupo de población comprendido entre 40 y 60 años se le denominaba adulto-viejo.
-Se dice anciano- me decían, y yo aprovechaba para explicarles lo que es un eufemismo.
Lo mismo sucedía cuando hablaba de La Coruña o de Lérida y Gerona. Entonces, los mismos alumnos me indicaban que se decía: A Coruña, Lleida y Girona, y yo les contestaba que lo mismo que no se dice Fiorence por Florencia o London por Londres, si se habla en castellano, hay que decir: La Coruña, Lérida o Gerona.
Lo mismo pasa con los métodos: Cuántas veces se califica negativamente a los profesores por sus clases excesivamente teóricas, pero en qué pocas ocasiones se dice que el empleo de clases prácticas sólo sería posible a cambio de reducir el programa de forma radical.
Lo peor, no obstante, es cuando se discuten las verdades científicas, como dando a entender que en el campo de la Geografía y la Historia todo es discutible. Muchas veces no se entiende que la ciencia busca la verdad y que lo que se enseña se verifica en un amplísimo repertorio de fuentes que no es posible reproducir en el aula. En la Historia no siempre sucede lo que resulta de la lógica ideológica del alumno. El orden y el sentido del aprendizaje son el trabajo del profesor. Por eso, de la misma manera que el diagnóstico de la enfermedad corresponde siempre al médico, corresponde al profesor la planificación de las actividades didácticas, el establecimiento de las reglas del juego de cada clase y un cierto nivel de credibilidad que es consecuencia de su formación, de su edad y de la gran importancia de la función que desempeña... Y todo ello a pesar de que, por desgracia, el que tiene boca se equivoca.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El último día de clase, antes de Navidad.

Elena Fernández Marcos
No me parece adecuada la propuesta de Carlos de poner una sanción a los alumnos que no asistan a clase el último día. Desde que estoy en este instituto solo he asistido un par de veces a todas las horas del último día de clase antes de Navidad y, sin embargo, nunca he ido a la champanada ni tengo ganas de ir.
La justificación de mis ausencias es que, salvo algunas excepciones, después de los exámenes no se continua dando materia nueva. En estas condiciones, venir al instituto resulta una pérdida de tiempo. Por eso, yo creo que no son necesarias más sanciones y que bastaria con llamar a los padres, cuando se produzca la inasistencia. Es más, a mi modo ver el mejor tratamiento a la cuestión de las faltas sería el que los profesores impartieran sus clases exactamente igual que durante el resto del curso. Sólo con eso se conseguiría que la mayor parte de nosotros asistiéramos normalmente en esos días.
Además, tengo que decir que, desde mi punto de vista, la champanada es una cuestión ajena al centro.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Una historia de mochilas

Carlos Rodríguez Mayo
En el pasado Consejo Escolar tuve oportunidad de felicitar a la dirección por su decisión de organizar el instituto en aulas grupo, porque eso permitía reducir el problema de la carga de las mochilas en el recreo. Mi intervención vino acompañada de la solicitud de una actuación más decidida para eliminar definitivamente el problema, implicando, como decía en un artículo anterior, a los profesores que están de guardia durante esos veinte minutos. Se me contestó que son muchas las obligaciones de estos (es verdad) y que los alumnos son libres de sacar sus mochilas o de dejarlas en las aulas.
Ante la falta de apoyo a mis planteamientos por los representantes de alumnos y de padres, dejé de insistir en una cuestión que era a ellos a quien correspondía plantear y defender. Al día siguiente, sin embargo, pregunté por eso a media docena de alumnos que lucían su mochila en los recreos: Ninguno de ellos me supo decir por qué lo hacía. Simplemente se habían habituado a sacar la mochila al patio y seguían haciéndolo porque nadie les había dicho que podían dejarlas en clase. En aquel momento me sentí algo ridículo: ¿Para qué te metes a interpretar lo que otros sienten?, pensé... Luego me di cuenta de que, lo mismo que en arte se aprende a buscar y a vivir con la belleza y el ingenio, también hay que aprender a revelarse contra el sufrimiento innecesario.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Justicia evaluadora

Carlos Rodríguez Mayo
La justicia no existe. Es una utopía, una idea platónica de la que tan sólo conocemos algún eco lejano en esta pobre y perfectible realidad. Sin embargo, profesores y padres queremos ser justos, lo mismo que los estados, que segregan un poder judicial, encargado de aplicar la ley y de interpretarla con justicia, atendiendo a sus agravantes y atenuantes. Es por esta razón que el episodio que acabamos de vivir, la primera evaluación, resulta un asunto moralmente trascendente. Así es. En las notas, los profesores ordenamos la competencia de cada cual en nuestra asignatura. Una competencia medida con especial cuidado en exámenes distintos y sucesivos.
Entre alumnos y profesores surgen casi siempre conflictos por la nota. El alumno quiere más y el profesor suele resistirse. El alumno no entiende que su interés o sus argumentos pesan menos que los criterios comunes que ha aplicado el profesor, unos criterios discutibles, especialmente cuando sirven para discriminar entre el aprobado y el suspenso, pero unos criterios justos por cuanto que se aplican en la misma medida a todos sus compañeros.
Existen otras perspectivas acerca de la evaluación. Desde la LOGSE hasta hoy, la ESO abunda en otros planteamientos evaluadores. Se trata de contemplar al individuo aislado y de medir su progreso y su interés. Con esos planteamientos, que se imponen por las leyes, el criterio de justicia entra en crisis y algunos profesores sentimos que perdemos pie, y es que aprobar a alguien que sabe menos que otro que suspende repugna a cualquier profesor honrado, aunque la ley se lo demande. Por eso y porque tengo muy buenos alumnos me siento privilegiado de poder impartir clase tan sólo en bachillerato.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La champanada

Ana V. Quevedo Rodríguez
El año pasado fui por primera vez a la famosa “champanada”. Tenía curiosidad porque todo el mundo decía que aquello era genial y que lo pasabas en grande. Fui a la de Santander, en el parque de la Teja, enfrente de las universidades. Para ir, decían, lo único que se necesita es una botella de algo que te guste; en mi caso fui con una bolsa de patatas, porque no bebo, y cuando llegué me pareció que había muchísima bebida por todos sitios. Sin embargo, la gente estaba bien: hablaba, estábamos todos contentos y celebrando que habíamos acabado las clases y que empezaba la navidad.
Según fueron pasando las horas me fui dando cuenta de que la situación empeoraba; me sentía extraña observando a todo el mundo beber de una manera descontrolada y sin ningún sentido.
Cuando me marchaba de allí, vi una pelea entre dos chicos. Después de haberse dado de puñetazos, patadas etc, uno de ellos cogió una botella de vino y se la lanzó al otro a la cabeza. Por suerte el otro se apartó y no le dio. No pude seguir mirando, vi que llegaba la policía y me fui de aquel asqueroso lugar.
A mi no me parece mal que la gente beba, sino que lo haga de manera descontrolada y que lo deje todo lleno de bolsas, botellas, etc.

Botellón de Navidad

Carlos Rodríguez Mayo
Se acerca botellón de navidad, el del último día lectivo del año en el que los alumnos, aprovechando que se han acabado los exámenes, hacen novillos para reunirse en algún lugar (me dicen que en Maliaño es a la orilla de la ría) y emborracharse sin sentido.
Hace treinta años, cuando yo empecé a dar clase, no existía nada semejante. Recuerdo que lo más parecido a esta celebración era la fiesta que organizábamos los profesores jóvenes bien en el instituto, sin bebidas alcohólicas, o bien en la discoteca más próxima, con bebidas. En ambos casos, nunca resultaba excepcional que algún alumno volviera a su casa algo bebido.
Las circunstancias, sin embargo, han cambiado profundamente. Antes se bebía para compartir la fiesta y la borrachera era un efecto no querido, hoy no sólo beben la mayor parte de los alumnos varones, sino que beben hasta perder la consciencia, como si fuera necesario llegar al final de la propia resistencia y demostrar algo a los demás. Dicen los sociólogos que, faltos los muchachos de ritos de madurez viables, la borrachera cumple un papel semejante a la caza del león para un masai: Es la ceremonia que expresa públicamente que uno acaba de dejar de ser un niño.
Luchar contra un rito como este no es nada fácil. Los chicos intentan mostrarse disponibles ante las chicas y estas se aproximan con curiosidad para empezar de nuevo el juego. Alguien debería de explicar a los bebedores que estar borracho tan sólo sirve para que se rían de uno, que de esa forma uno no se reivindica ante la gente y que la desinhibición producida por la bebida puede tener nefastas consecuencias. Alguien debería decir a los curiosos, sobre todo a las chicas que contemplan este triste espectáculo, que su presencia contribuye al engranaje de la fiesta. Alguien debería decir a los padres que ese día hay clases y actividades diversas en los centros de enseñanza y que la responsabilidad de la inasistencia de sus hijos es suya y no de sus hijos. Alguien, finalmente, debería hacer ver a la dirección de los centros de secundaria y a los profesores (me consta que los poderes públicos lo hacen) que las faltas en un día como éste son especialmente graves, por lo que no sólo se deberían comunicar a cada uno de los padres y tutores, sino que, además, si no son justificadas en un plazo razonable, con arreglo a un procedimiento que tenga las suficientes garantías de verificación, se debería proceder con la sanción correspondiente.
El problema, a mi modo de ver, es bastante más grave que un cigarro en el recreo. El alcohol mata a muchos más jóvenes que la nicotina. Si no se lo creen, consulten las estadísticas de tráfico.    

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Menos colillas en los baños

Elsa Ajo Navarro
Las colillas en los baños parece que comienzan a disminuir. No se ha dejado de fumar, eso está claro, pero en algunos baños ha disminuido el olor a humo por la continua vigilancia de los profesores. Es una buena noticia. Los profesores tocan a la puerta del baño y te piden que salgas pronto si estás tardando mucho. De esta forma la gente que entra en el baño se siente presionada y tiene más miedo a ser descubierta fumando. El otro día vi a una profesora revisando los baños y comentando a un compañero la idea de que poco a poco estaban controlando el problema. En cierto modo es cierto que se sigue fumando, pero yo creo que no tanto como antes. No sé lo que durará esta mejoría, pero por ahora el asunto parece ir por buen camino.

Responsabilidad ante la violencia

Elsa Ajo Navarro
El otro día en un autobús sucedió un problema de violencia gratuita. El problema se repite desde hace tiempo y es por todos conocido. Lo que pasó fue que hubo una pelea entre dos niños del primer ciclo de la ESO, que había sido provocada por unos chicos de bachillerato y que fue sofocada por el conductor. Los mayores, de bachillerato, comenzaron a incitar a uno de los niños de primer ciclo de la ESO para que pegase a otro. Y finalmente la pelea se produjo...
Desde mi punto de vista, el principal problema no es la violencia en sí, sino el que las personas más mayores no eviten los comportamientos agresivos y el que con su actitud los provoquen. Esto no es nuevo, pero cada vez es más frecuente. Se supone que los que tenemos un poco más de madurez deberíamos dar ejemplo, pero si en lugar de eso incitamos a los niños para que se peguen entre ellos: ¿Hacía dónde nos dirigimos?

Problemas por el tabaco

Rafael Escagedo del Castillo
El día 14 de diciembre, a las 8:05 de la mañana y por lo tanto antes de que empezaran las clases, una chica de 4º de ESO salió a fumar un cigarro fuera del recinto escolar con dos amigas. Resulta que el director estaba en la puerta de la cafetería, las vio y salió corriendo tras ellas. Éstas le ignoraron. El director fue a jefatura de estudios, y apareció otra vez en la puerta de la cafetería con el libro de las fotos de los alumnos, para intentar reconocer a estas tres alumnas. Resulta que, cuando volvieron al instituto, las llamaron por megafonía para darles una carta en la cual figuraba una amonestación.
Entiendo que el director se preocupe por los alumnos del centro, ya que tiene la responsabilidad de cientos de chavales, pero me parece que no se comete ninguna falta por estar fuera del recinto escolar antes de comenzar las clases y que, por lo tanto, salvo que yo desconozca algún extremo de lo sucedido, las tres alumnas no deberían ser amonestadas.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Se acabaron los exámenes de la primera evaluación

Elsa Ajo Navarro
Hoy es día trece y es lunes. Comienza la semana de las evaluaciones. Los exámenes por fin se han terminado. Los alumnos de ciencias de la salud hemos acabado el día de hoy con el de formulación química, a tercera hora. Ya sabemos algunas de las notas, y no todas son tan buenas como las esperadas, al menos en mi caso, pero qué se le va a hacer... Ha sido un tiempo de bastante estrés, de mucho trabajo y sobre todo de poco descanso. Hemos comprobado que el cambio de 1º de bachiller a 2º es grande, es un salto enorme, en el cual, si no tienes ánimo, puedes caerte al vacío. Sin embargo, pese a todo, poco a poco te das cuenta de que con esfuerzo y ganas puedes llegar a superarlo. Así que: Ánimo.

Prácticas de laboratorio

Elena Fernández Marcos
Hace dos semanas fuimos al laboratorio de química con Teresa para realizar un práctica. Cada uno de nosotros cogimos una bata y unos guantes blancos y empezamos a investigar una sustancia desconocida. Aunque con algunas dificultades, finalmente descubrimos de qué se trataba. Entretanto Teresa nos ayudaba y nos sacaba alguna que otra foto, ¡parecíamos casi científicos!
Este tipo de actividades son muy interesantes y divertidas. Me gustaría que se hicieran con más frecuencia. 

El Jardín de Europa

Raquel Soto Escandón 
Cuando yo llegué al instituto, esta era una zona abierta a los alumnos en donde se podian pasar los recreos. Además, para mi gusto, era el sitio más bonito del centro.También recuerdo que allí fumaban algunos alumnos. En este lugar se plantaron varios árboles y una placa alusivas a Europa para celebrar la realización de una serie de intercambios y en especial el que se estaba produciendo por primera vez con la ciudad holandesa de Bergen op Zoom.
Tal vez por razón de los fumadores descontrolados o por el tema de las inundaciones que se producen cuando llueve mucho, alguien decidió cerrarlo. Y es una pena, porque, la verdad: Era un lugar encantador.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Puente en Madrid

Elena Fernández Marcos
Después de todo el curso sin apenas descansar, ha llegado el merecido puente que todos necesitábamos para darnos un respiro. Por estas fechas habitualmente yo solía ir al pueblo a ver a toda mi familia, pero este año ha cambiado. Después de la continua insistencia de mi hermana en que la fuese a visitar a Madrid, por fin he ido. Lleva dos años estudiando allí y es la primera vez que visito su residencia, conozco a sus amigos y veo cual es la vida de un universitario, que es sin ninguna duda envidiable. La verdad es que me arrepiento de no haber ido antes, ya que me lo he pasado genial, aunque mi hermana no se lo crea del todo. Hemos tenido tiempo para todo, dimos una vuelta, salimos por la noche y estuvimos estudiando las dos juntitas, como hacíamos cuando éramos unas niñas. Pero lo mejor de todo han sido las historias.
Cada persona que iba conociendo me contaba una anécdota distinta y siempre muy divertida. Me contaban lo bien que se lo pasan con las novatadas (incluso a más de uno le gustaría repetir), las aventuras que ocurren en las residencias y muchas otras cosas; pero en lo que han coincidido casi todos es en que lo pasaron mal en 2º de bachiller y en que todo el esfuerzo al final había merecido la pena con lo que les ha esperado después. Y yo he agradecido todos estos comentarios porque me han animado muchísimo
A la vuelta de este puente en Madrid, he sentido pena, por tener que marcharme de allí, pero también satisfacción, porque me he recargado de energía positiva. Lo que más necesitaba.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Relatividad moral

Carlos Rodríguez Mayo
Los controladores aéreos nos han hecho rehenes a todos, dicen los medios de comunicación, con esta huelga salvaje que no se sujeta a ninguna normativa.¿Tiene algo que ver con nuestro sistema de enseñanza este conflicto que disfraza una huelga bajo la capa de una baja generalizada por motivos de enfermedad?
A mi modo de ver, el asunto que ahora provoca el escándalo ha sido cultivado por nuestro sistema educativo de forma concienzuda. Durante años, hemos formado a nuestros estudiantes en el sentido de que poco importa la trampa (hoy venía en el periódico que los españoles somos los europeos que más y mejor justifican al que copia), en el sentido de que ejercen un derecho de huelga que, a pesar de no estar regulado, se consiente sin que nadie diga nada, o en el sentido de que la bondad y la maldad son conceptos relativos. Daniel, nuestro antiguo director, por ejemplo, apareció un día en un informe semanal de la televisión defendiendo la relatividad moral del delito, con un pequeño cuento que casi lo justificaba...
La ley en nuestro tiempo se ha convertido en un enunciado discutible y su incumplimiento goza de una aureola positiva. La ley, en vez de plantearse por consenso, como un resumen de la moralidad general, que casi todos defenderíamos, se utiliza como arma arrojadiza de un partido contra otro. En estas condiciones es normal que se diga una cosa y se haga la contraria y que nadie se implique en el diseño de unos límites moralmente claros a nuestras acciones; unos límites que nadie pueda traspasar, porque si lo hace, no sólo se encontrará con la autoridad vigilante, sino que, además, el conjunto del cuerpo social lo sancionará con el desprecio. Hoy en día, se tiene tendencia a odiar tan sólo al delincuente del partido contrario, mientras se defiende al del propio. Los otros son siempre los malos, los enemigos... De este modo, se construyen las dictaduras de uno u otro signo, pero nunca así se construye un país.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

De chicos y chicas

Carlos Rodríguez Mayo
En la tarde de ayer fui propuesto por el Consejo Escolar para la función de “impulsar medidas educativas para la igualdad de género” del instituto, y yo lo asumí, aunque partiendo de una perspectiva ideológica diferente a la de los que crean y promocionan dichos cargos, y es que, como señalé en el contexto de la reunión y espero que conste en acta, yo me opongo a toda discriminación, (ya sea ésta positiva o negativa), por estimar que así se rompe la base de la democracia: “el principio de igualdad ante la ley”.
Frente a mi pensamiento, circulan las ideas de la mayor parte de los grupos feministas de izquierdas, partidarios de la llamada discriminación positiva, que no paran de influir para establecer privilegios legales para la mujer y para que se gasten cantidades ingentes de dinero en el desarrollo de un esquema burocrático no desmontable que dote de estabilidad y permanencia a sus planteamientos. Producto de ello es el funcionamiento de múltiples órganos políticos “femeninos” que, bajo la bandera de la “igualdad”, hacen a veces más fácil el acceso de la mujer al mundo empresarial o laboral, convocan concursos limitados a su sexo y favorecen a las madres frente a los padres en las situaciones de conflicto, mientras manchan el idioma con esos insufribles chico/a, alumno/a, políticamente correctos.
Nada semejante haré yo en el ámbito del instituto, a pesar de que aquí hay tantos problemas como en la calle. Y es que, si fuera del centro la mujer sufre muy diversos y graves tipos de discriminación (no en la ley, por supuesto, salvo en el caso de la sucesión del Jefe del Estado), en el instituto son los chicos los que cargan con la peor parte. En efecto, los varones suspenden casi siempre más que las mujeres, especialmente en las asignaturas que tienen que ver con la competencia lingüística. La razón, a mi modo de ver, es natural. Los dos sexos somos física y mentalmente diferentes, y los cambios de la adolescencia son más tardíos en los varones y más precoces en las chicas… ¿Justifica acaso esto una discriminación positiva, como la que pregonan como un bien las feministas? ¿Habría que establecer paridades semejantes a las ya establecidas con diputados, consejos de administración y ministros, entre los alumnos y alumnas? Yo creo que no, porque nada justifica la discriminación.
Sin embargo, si la discriminación entre sexos es legítima, yo no veo por qué ésta deba establecerse solamente en un sentido.