Era la presentación de cuarto de la ESO e iba entusiasmada por saber quién era mi tutor. Me tocó Carlos Jerez. Algunos me decían que vaya suerte, otros decían que no era tan bueno como parecía, cuando preguntaba por él... Llegué a casa y comenté el nombre de mi tutor, me sorprendió que mi padre me dijera que a él también le había dado clase.
Carlos se jubila al finalizar este curso y por ello quiero dedicarle un artículo en este blog. Para mí es el mejor profesor que he tenido en este centro, del que mejor recuerdo me llevo y con el que mejores clases he pasado. Carlos también tiene algún que otro defecto. Como todos nosotros, era algo perezoso, ya que tardaba casi tres semanas en corregir los exámenes y casi siempre llegaba tarde a clase. "Ya te vale Carlos", le decíamos... Sin embargo, cuando te cruzas con él por los pasillos, siempre tiene algo que contarte. Le gusta leer, sobre todo novelas, y dictarnos largos apuntes de literatura. Recuerdo que repetía mucho eso de que la sintaxis no le gustaba nada o que siempre tenía un chiste malo que contarnos, o esa famosa frase: "Por joder, que decía el gallego". También recuerdo que siempre nos hablaba de sus famosos tomates o de su querido perro, pero el mejor de todos los recuerdos, ese con el que mejor demostró la gran persona que es y la valentía que tiene, es el de cuando nos llevó 10 días a dieciséis adolescentes de viaje de estudios a Italia. Por eso, como haré yo y muchos de mis compañeros, espero que todo el mundo te recuerde bien en este instituto. Muchas gracias por todo, Carlos.
gran profesor con defectos como todos pero con muchas cosas que agradecerle
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