miércoles, 6 de abril de 2011

Fijar los exámenes

Elsa Ajo Navarro
Ayer hemos discutido, como de costumbre, por las fechas de los exámenes. En estos días se producen auténticas batallas entre los alumnos. En ellas cada uno intenta imponer sus intereses, y muy pocos dan su brazo a torcer. Se oyen gritos. Unos piden fechas demasiado cercanas, otros muy lejanas, y otros optan por el sentido del humor. Eso sí, todo esto provoca el cabreo de muchos alumnos, que llegan a decir a sus compañeros cosas como: “siempre poneis vosotros los exámenes”, o bien, “muchas veces lo hemos cambiado por ti, etc”. Claro está, todo con un tono amable y con buenas palabras...
A veces, el profesor entra en estado de locura y enajenación. Él intenta llegar a un acuerdo entre las partes y raramente lo consigue. Además hay otro problema. Es sabido por todos que hay profesores con “ciertos favoritismos”. Eso también se manifiesta a la hora de poner los exámenes, porque, o bien el profesor pregunta al enchufado de turno y lo "medio conciertan" entre ellos, o bien, después de ver el problema que se está creando en la clase, se decide hacer solo caso a su/sus favoritos. Esto acaba provocando en muchas asignaturas el desacuerdo de la mayoría con la fecha del examen y pequeñas rencillas entre los alumnos.

4 comentarios:

  1. Supongo, y es mi humilde opinión, que los profesores buscan siempre contentar a la gran mayoría de la clase. No obstante, siempre que esto suponga una real mejora en las notas y rendimientos, y es con esa finalidad con la que se fijan estas fechas. Por ello, me aventuro a decir, que habiendo transcurrido ya gran parte del curso los profesores ya se han percatado de quien aprovecha más la oportunidad de escoger la fecha de examen. Deduzco pues que es bastante lógico que se tienda a favorecer, por ejemplo al aspirante a médico capaz de llegar a ello, o al futuro arquitecto. Es por lo tanto ilógico tacharles de favoritistas y más correcto calificarles de prudentes y profesionales.

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  2. Se recuerda al Señor "Anónimo" que, si pone nombre y apellidos a sus amables comentarios, será publicado en este blog.
    Es muy fácil. Pon el nombre...

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  3. como Anónimo tengo derecho de seguir siendo Anónimo, al igual que tu de no publicarme el comentario

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  4. Exacto. Ya os he dicho que no hay problema en usar el anónimo, aunque prefiero que os pongáis un nombre o al menos un mote, y que os deis a conocer. Pero si seguís prefiriendo el anonimato podéis hacerlo, no puedo evitarlo y viene muy bien al blog el que haya participación. Por eso debo de agradeceros vuestras aportaciones, y por eso, normalmente os publicaré, pero si el mensaje me parece que ataca a alguien, o es inapropiado por su lenguaje o porque está mal escrito, no lo haré... Espero que no confundáis el comportamiento explicado con la censura: ¿Vale?

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