lunes, 18 de abril de 2011

Para mejorar los accesos

Carlos Rodríguez Mayo
Ahora que se acercan las elecciones municipales, los que venimos en coche o en autobus al Instituto tenemos que quejarnos de los accesos. No es la primera vez que lo hacemos. La única vez que fuimos portada en el Diario Montañés, un grupo de profesores y alumnos posamos ante el enorme lago que la subida de la marea producía en torno al puente de la ría. Gracias a no haber tolerado aquella situación y a la extraordinaria publicidad de aquella foto, el Ayuntamiento sólo tardó una semana en elevar la vía los centímetros necesarios para evitar que los accesos volvieran a inundarse.
Así llegamos hasta hoy. Parece ser que hay proyectada una salida hacia el Instituto desde la rotonda más próxima que se retrasa por razones desconocidas. La solución resolvería los problemas actuales (congestión en las horas puntas, sentido doble en un vial muy estrecho), permitiendo un sentido único, si se conecta con la vía actual, pero además serviría para minimizar la congestión de ese tramo de la Carretera de Burgos, comprendido entre las dos rotondas, que suele ser importante sobre todo entre las ocho y las ocho y media de la mañana. Para ello habría que expropiar terrenos del prado fronterizo al callejón y acometer pronto el proyecto y la ejecución de la obra. 
Desconozco qué es lo que dicen los partidos, pero si yo fuera padre o alumno con derecho al voto, votaría a los que se comprometieran de forma explícita a resolver satisfactoriamente la cuestión. Llevamos mucho tiempo soportando unos accesos tercermundistas. Para mejorar la seguridad de todos y para reducir el tiempo de viaje, presionemos con nuestro voto.         

3 comentarios:

  1. estudiante de letras19 de abril de 2011, 2:51

    pues si yo fuera el dueño del terreno, no se cómo haria para quedar a gusto.

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  2. se pasan comiendo terreno para dejar las carreteras mas transitables sin pensar en las personas que viven en los alrededores...

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  3. Las expropiaciones se hacen por interés social, es decir del común, de la mayoría, y deben ser pagadas a precios de mercado (justiprecio), para evitar que pague el pato el propietario.
    El trazado de las vías ha de tener en cuenta las necesidades que se resuelven y los daños que se hagan al paisaje y a los intereses de las personas. Para eso hay técnicos y un control democrático de los ayuntamientos, unos plazos para alegaciones, etc.

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