martes, 22 de mayo de 2012

Otra huelga más

Carlos Rodríguez Mayo
Hoy hay huelga y hoy sí que la hago. Lo he decidido esta noche en íntima consulta con mi almohada y bien que me ha costado. Me ha costado, sobre todo, porque no estoy a favor de los sindicalistas enchufados que se han colado en la Consejería de Educación y en la alta inspección y en las Cajas de Ahorros durante las dos anteriores legislaturas, pero tampoco soy partidario de los que dan subvenciones al Torrevelo. Me ha costado también porque no me gustan los uniformes, especialmente si son verdes, y las tablas reivindicativas que sólo miran para un lado.
En esta España dual que aún no ha descubierto que se acabó la guerra fría, en esta España que manda sin tener nunca en cuenta a la otra, en esta España de pícaros en donde el que no llora no mama, yo, ingenuo de mi, pretendo mantener mi independencia. Para ello necesito repetir que no estoy con los vándalos que han derrochado en los últimos ocho años lo poco que teníamos ahorrado, pero tampoco puedo estar con los que sólo dan alpiste a los amigos. Hago huelga, pero no contra los recortes (que no sólo son necesarios, sino que son también urgentes), y sí para contribuir al desmantelamiento de la red clientelar que han tejido los políticos de uno y otro signo a nuestro alrededor. Para eso hace falta defender el principio de mérito y capacidad y asumir la responsabilidad de lo que se habla y se escribe, y salirse de los márgenes de la conveniencia de los dos partidos, sin clasismo ni sectarismo, y decir la verdad de lo que pasa. 
Mi verdad es que la educación pública está en caída libre y que parar su decadencia no se hace con dinero, sino con unas buenas leyes. Leyes que acaben con toda esa demagogia que impide castigar lo intolerable y que ha creado y mantiene una discriminación notable entre los profesores y alumnos con muy diferentes ratios y con muy distintas condiciones de trabajo y de cualificación profesional. También es mi verdad la de que en los centros se ha colado un falso "bilingüismo que no funciona", (como dejó caer el portavoz del PSOE, Mario Bedera, aunque ahora se lo calla), y también es mi verdad que hacen falta muchos más recortes, en especial de políticos, y reducciones más sensibles de los sueldos excesivos de algunos trabajadores públicos, para que no acabemos por pagar siempre los mismos. Trabajando más y cobrando menos. 
Por todo esto, hoy hago huelga, aún sabiendo que mi opinión será manipulada por alguna de las dos Españas, y sometida al escarnio de algún que otro cotilleo. Por todo esto y para ofrecer a quien no se sienta totalmente encuadrado en alguna de las dos trincheras, un lugar para expresar su descontento en este blog. Por todo esto y para exigir en voz muy alta que, por el bien de todos, los políticos de ambos partidos cedan en sus maximalistas posiciones y se pongan de acuerdo en alguna cuestión que no sea la de aumentarse sus sueldos. Para expresar mi descontento y poder seguir diciendo lo que pienso. Para eso hoy hago huelga.  

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