lunes, 14 de mayo de 2012

Mi opinión

Carlos Rodríguez Mayo
Debatir sobre el documento anterior, que es una propuesta múltiple, me resulta tan difícil como contestar en una sola intervención a sesenta contertulios diferentes. Además, creo, existe otro problema, derivado del supuesto interés de la propuesta de sumar y no restar. Esto incluye la intención de eludir el diagnóstico de los problemas y de las dificultades que explican que no sea mejor la calidad educativa de nuestro sistema, lo cual nos deja sin saber en dónde sería interesante ahorrar y en dónde el dinero resulta imprescindible. Mi primera discrepancia con el texto se deriva de su planteamiento general, en contra de los "los recortes". Yo creo que "los recortes" son sólo una parte del problema y que dejar de lado otros problemas como el bilingüismo, el sistema disciplinario, el esfuerzo y la promoción de los alumnos, la gestión democrática de los centros o la selección del profesorado es dejar de lado aspectos muy relevantes de forma interesada, para evitar un enfrentamiento que se quiere soslayar.
No obstante lo dicho, podríamos ponernos de acuerdo en que disminuir el presupuesto en educación hace un daño "relativo" al sistema, en tanto que aumenta la carga de trabajo del profesorado. También la mayor parte estaría de acuerdo, por ejemplo, en que suprimir las tres horas de reducción a los mayores de 55, hace menos daño que aumentar en dos horas el horario de todo el profesorado, porque la anulación de cierto tipo de ventajas es visto como algo justo por la mayoría, frente a la agresión general de un aumento del horario indiscriminado. Si además aceptáramos la necesidad de un ajuste, porque no se puede gastar más que lo que se ingresa, podríamos entre todos tratar de calibrar la importancia de la disminución del gasto, para evitar en lo posible la degradación del sistema.
De acuerdo con lo que yo he defendido aquí y de acuerdo con lo que se dice en la propuesta, este es mi punto de vista:
-Al gobierno le compete la responsabilidad de la enseñanza en general (la pública y la privada), pero sobre todo la de la enseñanza pública. Por eso, si hay problemas presupuestarios, la solución resulta evidente. El dinero ha de ir dirigido preferentemente a la enseñanza pública, que es la que se dirige a la población con menos recursos. 
-Creo también que el gobierno del PSOE apostó por una política de favorecimiento de los departamentos de Lengua Española, de Matemáticas y de Idiomas Extranjeros, cuyos contenidos se consideran básicos o instrumentales, lo que supone que en ellos se multipliquen los apoyos y se tienda a mantener una ratio de alumnos inferior a la de otros departamentos. A mi modo de ver, si son necesarios apoyos a los alumnos en estas asignaturas, también lo serán en las otras, salvo que consideremos que las demás asignaturas son unas "marías" y que su saber realmente no importa. Como percibo, además, que el nuevo gobierno del PP mantiene los mismos puntos de vista y que estos son claramente discriminatorios para el profesorado de las otras asignaturas y enormemente negativos en cuanto a la densidad de la formación básica de los alumnos, solicito que se cambie la política para que se uniformice el número de alumnos por clase. 
-No me parece mal que haya empresarios que inviertan en universidades o en colegios y academias, pero esto no puede implicar que el Ministerio o la Consejería gaste en su promoción para favorecerlos. Tampoco tiene sentido en una época de recortes que haya en marcha inversiones en una universidad inviable en Comillas o en mantener titulaciones universitarias en las que sigue habiendo más profesores que alumnos. En el mismo sentido, también creo que hay demasiados Centros de Profesores, aulas de medioambiente, centros de adultos y otras zarandajas cuyo crecimiento no se justifica por una demanda real. Cortar el gasto en ellos, así como devolver a las clases a los muchos desertores de la tiza que "trabajan" en los sindicatos o en la Consejería, ahorraría cantidades nada despreciables al presupuesto de educación y evitaría masificar a toda la enseñanza pública.   
-Estoy muy de acuerdo con la propuesta de hacer más evaluaciones. Para saber lo que pasa serían necesarias más, tanto externas como internas, especialmente en lo que afecta al bilingüismo, que ha introducido un sistema discriminatorio para alumnos y profesores. Dudo mucho que una evaluación al respecto produjera resultados lo suficientemente positivos como para animar a que se mantenga o se incremente. Además, lo sabemos perfectamente los profesores de 2º de bachillerato, una reválida al final de la ESO y otra al acabar el bachillerato es una condición indispensable para la coordinación y para la calidad educativa de cada nivel. 
-Poco tengo que decir a los que piensan que nuestro sistema educativo es bueno o que los articulistas del diario "El País" tienen más autoridad moral y datos más objetivos de la realidad que los de los otros periódicos. Lo que sí puedo decir es que la política de los últimos quince años, por incluir a ambos partidos en el gobierno, manifiesta una decadencia lamentable en la enseñanza pública que los profesores con experiencia no hemos dejado de denunciar y que los políticos han disimulado por sistema. Tuvimos una gran enseñanza pública que sirvió como instrumento de homogeneización social y de desarrollo durante la transición y la democracia, pero el PSOE y el PP, ambos, han contribuido a su degradación y a que la pendiente siga inclinada hacia abajo, a pesar de gastar en ella mucho más dinero. Es por eso que está claro, para mi, que el problema no es el gasto. 
Este es mi pensamiento, tal cual. Ojalá que mis comentarios no sigan siendo la excepción que confirma la regla y que lo dicho sirva al menos para que alguien se anime a debatir, por el bien de la enseñanza. 

1 comentario:

  1. La verdad que el artículo tiene lógica. Lo que mas me ha llamado la atención, es lo referente a que el dinero se debe dedicar a lo centros públicos antes que a los privados. Estoy realmente deacuerdo con ello, pero no la mayoría de padres que presumen de que sus hijos van a centros privados pagados por el estado. Esas personas son muchísimos votos (yo no hago más que ver centros concertados, no se vosotros...) tanto para PP como para PSOE. Un gobierno valiente debería dar el alto a esta situación, y si alguien quisiera que sus hijos estudiasen en un centro privado, que lo pague. Con el dinero que se ahorraría en subvencionar a los centros privados, creo que se garantizaría la educación en los centros públicos con un nivel aceptable.

    ResponderEliminar