lunes, 8 de noviembre de 2010

Grupos no bilingües

Carlos Rodríguez Mayo
La semana pasada tuve guardia en uno de esos cursos no bilingües del primer ciclo en donde existe una carga especial de lo que ahora llaman alumnos disruptivos.
-Tu eres nuevo, ¿no? ¿Cómo te llamas? ¿Nos dejas salir al patio?- decían al mismo tiempo, interrumpiéndose unos a otros, mientras se insultaban y se amenzaban...
Les puedo decir que resolví la situación como pude, malamente, y que pensé en la situación que soportan cada día mis compañeros ante alumnos como estos. Alumnos que no quieren aprender, que interrumpen de continuo para hacer más evidente su oposición al sistema, alumnos que ya saben que no hay nada preocupante en Jefatura de Estudios o en Dirección y que se arriesgan a provocar al profesor para impedirle cumplir con su obligación de dirigir la clase, alumnos acostumbrados a hacer siempre su santa voluntad en los años más duros de su adolescencia...
Concentrar estos alumnos es una temeridad. De estos cursos, lo sabemos, saldrán los problemas más graves que tendrá que afrontar el instituto. Cada año se repiten los mismos síntomas y cada año padecemos de lo mismo, fracaso escolar, indisciplina, acoso...
¿Es posible evitar la existencia de estos cursos? Al parecer sí que es posible.... ¿Cómo? Generalizando el bilingüismo o haciendo que desaparezca en el ámbito de cada centro. Emilio lo ha repetido hasta la saciedad y es posible... ¿Por qué no lo intentamos?

2 comentarios:

  1. La generalización del bilingüimo es el futuro: ahora, con Bolonia en el ámbito universitario se exige tener un determinado nivel de inglés para terminar la carrera y, si no lo tienes, no la acabas.

    Pero yo soy de los que creen que una generalización del bilingüismo no tiene por qué diluir o hacer desaparecer los comportamientos disruptivos, sino que, más bien al contrario, podría extenderlos a unos grupos donde están integrados esos alumnos bilingües, supuestamente mejores, teniendo presente que esos comportamientos antisistema o pasotas que se dan en una clase son normalmente propiciados por alumnos que no cambiarían su manera de comportarse ni en bilingüe ni en Cabárceno.

    La solución no creo que pase por suprimir el bilingüismo por unas razones que considero ajenas a él: los comportamientos disruptivos suelen proceder, sobre todo, de alumnos no bilingües, y sería como si en un partido de fútbol cambiases a todos los jugadores buenos de uno de los equipos porque en el otro equipo juegan algunos jugadores que son malos. Quizá la solución pasase por cambiar a los malos del equipo que es peor: suprimir los no-bilingües parecería entonces más apropiado.

    De todos modos, hablar de los no bilingües como si fuesen "los malos" no creo que se corresponda, al menos siempre, con la realidad. Yo tengo alumnos no bilingües y, aunque académicamente puedan ser en algunos casos algo más flojos, también son buenos alumnos.

    ¡Un saludo!

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  2. Bogomilo, no hay alumnos buenos y malos, hay alumnos, cada uno con sus características, pero si según tú mismo punto de vista los alumnos disruptivos están en el grupo no bilingüe, estás diciendo exactamente lo mismo que lo que yo decía.
    Suprimir los grupos no bilingües es una barbaridad. La solución, si el bilingüismo es el futuro, sería la que propone Emilio. Hacer todos los grupos bilingües. Sin embargo, en ese caso, asignaturas como la Geografía e Historia, que padecen especialmente de la necesidad de emplear mucho tiempo en la traducción de mensajes, deberían de tener un horario suplementario.

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