martes, 9 de noviembre de 2010

Inundaciones

Elena Fernández Marcos
Llevo 5 años en este instituto y, aunque las peticiones para arreglar este problema han sido muchas y los intentos de solucionarlo también, cada vez que llueve, la salida se inunda.
Para la gente que tiene coche o que utiliza el autobús no supone muchos problemas, pero para los que tenemos que entrar o salir andando, cada día es un reto intentar no llegar a casa mojados.
El charco que se crea normalmente no cubre las aceras, solo alguna que otra ola formada por los coches, pero con la nueva portilla, cuando terminan las clases tenemos que salir por la puerta grande, ya que la pequeña está siempre cerrada. Al salir por la puerta grande nuestras dificultades aumentan, en esa parte siempre hay agua, y entonces nuestros problemas son dos, además de no mojarnos, hay que intentar que no nos atropellen.

1 comentario:

  1. Se quejan ustedes de vicio, porque al agua le da al instituto un aire más exótico y recuerda al estudiante y al docente la importancia de la hidrosfera y de los recursos hídricos, que tan valiosos son. Recuerden además esos patios porticados del arte islámico, con sus refrescasntes fuentes y el sensual sonido del agua cayendo.

    Y todo eso sin contar con el hecho de que se les están ofreciendo posibilidades nuevas, como el piragüismo, el buceo con esnórquel, la observación de aves del medio lacustre, el ejercicio de la pesca deportiva, el cultivo en plantaciones (de arroz)...; y, si no le gusta nada de esto, siempre puede ponderse las botas catiuscas y hacer como si nada ocurriera.

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