lunes, 15 de noviembre de 2010

Hasta siempre, Blanca

Gema Montes Pérez
Difícil tarea es escribir sobre alguien que ya no está con nosotros y todavía más difícil si recuerdas que a Blanca no le gustaban estas cosas.
Ella ha sido “LA SEÑORA” de la biblioteca del IES Ría del Carmen. Era su rincón de trabajo, su oasis en el centro. Tres sustantivos la definían: orden, en el más amplio sentido de la palabra, trabajo y un enorme amor por los libros. Repetía siempre que un profesor debería llevar en sus manos un libro y contarles a los chicos algo del mismo. Trataba los libros con mimo. No soportaba ver uno abierto boca abajo, porque se estropeaba. Era una lectora empedernida y selecta a la que recurríamos para que nos recomendase libros. Nunca nos defraudaba. En el aula era estricta y cercana.
Dotó a la biblioteca de un extenso fondo juvenil, pensando en los alumnos, y promovió concursos literarios como el del Pozón de la Dolores y el de la Vidriera, pero sin duda, entre las muchas cosas que se pueden destacar, hubo tres singulares: la creación de un club de lectura, “ALETHEIA”, la colaboración con jóvenes estudiantes del País y los “Encuentros con el autor”. Describir estas actividades nos llevaría mucho tiempo, pero sí es importante señalar la experiencia tan maravillosa que supuso el premio del País y su viaje a Madrid, en el que los alumnos tuvieron la oportunidad de visitar los estudios y de conocer a Iñaki Gabilondo. En los “Encuentros con el autor”, los chicos han escuchado y preguntado a Rosa Montero, a Gonzalo Moure o a Laura García Gállego, entre otros muchos.
Nosotros, su equipo, hemos aprendido y disfrutado con ella de algunos acontecimientos importantes, como el de la inauguración de la Biblioteca Álvaro Pombo. En aquel acto estuvo presente el novelista a quien rendimos homenaje. Cuando Blanca nos planteó el proyecto, éste nos pareció algo desmesurado e imposible, pero conociéndola sabíamos que lo iba a conseguir. Y así fue. Nos quedaba aún la visita a la Real Academia de la Lengua y la comida que fue un sueño cumplido y un viaje inolvidable que nos dio mucho de sí en la sala de los profesores.
Hasta siempre, Blanca, te echamos mucho de menos.

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