lunes, 31 de enero de 2011

Visita al Diario Montañés

Elena Fernández Marcos
A las 4:50 Ana, Raquel y yo llegamos al Diario Montañés, allí estaba Diego esperando, y los demás no tardaron mucho tiempo en llegar. Carlos nos dijo que David Loyo iba a venir con nosotros. Por fin íbamos a conocer al famoso “bogomilo” que siempre nos comenta en los artículos y a quien ninguno de nosotros conocía.
Una vez hechas las presentaciones, nos dispusimos a entrar para comenzar la visita. Para pasar al interior había una máquina en la que se tenía que poner el dedo para leer la huella dactilar y un chico nos dijo que nosotros también lo teníamos que hacer. Ana puso su dedo y yo me dispuse a entrar, pero nos dimos cuenta de que la máquina con nosotros no funcionaba. El chico se empezó a reír. La visita no comenzaba nada mal.
Entonces llegó Angélica, nuestra guía durante la visita, y pasamos al interior. Nos dio el periódico del día, lo ojeamos durante un rato y empezamos. Hizo una introducción de la historia del periódico, de cómo funcionaba, cuánto se vendía y se leía, y los cambios de imagen. Luego empezaron las preguntas, sobre todo de David y Carlos, ya que nosotros, hay que reconocerlo, no participamos demasiado, porque no leemos mucho el periódico y no sabíamos qué preguntar, aunque eso no signifique que no nos pareciese interesante lo que nos estaba contando. Preguntaron cómo es que los fotógrafos llegan tan pronto a la escena del acontecimiento, luego uno de los fotógrafos nos lo aclaró, ellos tienen contactos por todos los lados y siempre están alerta para ser los primeros. David quiso saber por qué habían quitado el logotipo del búho, le contestaron que fue para renovar la imagen, pero no parecía muy satisfecho con la contestación y siguió insistiendo en que debían ponerla otra vez, “¡si no una lechuza!” ,dijo bromeando.
Después de algunas preguntas más, nos dirigimos a la rotativa antigua, pero según empezamos a verla volvimos al lugar donde estábamos antes para sacarnos la foto que han publicado en el Diario. Luego Carlos desapareció un momento para hablar con un trabajador de marketing que es probable que nos ayude con un concurso que pensamos convocar; pero eso es otro tema.
Seguimos viendo la rotativa, que ahora no se utiliza porque se ha quedado anticuada y tienen otra nueva, y se nos explicó cómo funcionaba, y a continuación subimos a la parte de arriba para ver la redacción y cómo se trabaja en un periódico.
Antes de llegar vimos la primera máquina que se tuvo para imprimir los periódicos, que funcionaba moldeando cada letra en plomo, para al final sacar un noticiario con sólo dos hojas, pero de eso hace mucho tiempo. Es una reliquia. También nos enseñó algunas portadas importantes, en las que pudimos ver la evolución que ha tenido el Diario Montañés. Después entramos ya en la sala de redacción del periódico y se nos explicó la organización por secciones. Todos los redactores estaban en sus ordenadores, haciendo artículos y sin parar de trabajar, pero había alguno que se estaba tomando un descansito, metido en el facebook. Seguro que ese descanso se lo tenía merecido. Yo también hago lo mismo cuando escribo los artículos para el blog, me tomo descansos porque, como nos dice Carlos, hay que dejar los artículos reposar para que luego queden mejor.
De aquí pasamos a la emisora de radio, un lugar pequeñito, pero muy acogedor.
La visita terminó con el director de la página web, que nos contó como funcionaba y lo que podíamos encontrar en ella; y con el locutor de radio, que nos explicó cómo era su trabajo, la importancia de su voz y lo mucho que la cuidaba. También nos contó la reacción que la gente tenía al conocerle. Nadie se le imagina tal y como es físicamente, ya que a partir de su voz se crea una imagen de él que no se corresponde con la realidad. Esto mismo nos pasó ese mismo día con David (bogomilo), pues a partir de los comentarios que nos deja, nos habíamos creado una imagen diferente de él, de manera que ninguno de nosotros pensábamos que iba a ser así.
Con esto y unos regalos terminó nuestra excursión. Quizá después de conocer todo esto alguno se anime a estudiar periodismo y, quién sabe, a lo mejor, dentro de unos años, le veremos trabajando por allí.

2 comentarios:

  1. ¿Y cómo me imaginaban ustedes? ¿Con colmillos y garras y caminado en pelotas por la calle?

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  2. Sí, es probable que alguno se anime a estudiar periodismo y quizá a alguno lo veamos en unos años trabajando allí, aunque es más probable que, después de estudiar periodismo, lo veamos esperando su turno en la cola del INEM.

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