martes, 13 de diciembre de 2011

Fútbol inteligente

Carlos Rodríguez Mayo
Hoy en día no es de recibo la idea de que los atletas son gente con músculos de acero y cerebro de mosquito, que tanto se cultivó hace treinta años. Hoy en día está claro que es necesario ser inteligente para ser buen deportista y nuestros deportistas de élite suelen dar muestras de ello con sus declaraciones mesuradas y respetuosas. Viene esto a cuento porque, abundando en las ideas del artículo de Ángel de la semana pasada, yo también estoy impresionado del nivel futbolístico de algunos muchachos de este centro. La extraordinaria calidad de nuestros futbolistas del Buscalíos o del Soccer Star, que han dado un espectáculo admirable de técnica, táctica, rapidez, coordinación y deportividad en su partido de hoy, nos hace esperar mucho de ellos, no sólo en el ámbito del deporte que les gusta y les divierte, sino también en el de su aprendizaje de la vida, de la historia, de la lengua y de las matemáticas, para las que también deben de estar muy dotados. Y es que saber jugar al fútbol tiene que ver con el saber general y con ser alguien, porque no tenemos más que este cuerpo y esta cabeza sobre nuestros hombros, y porque está demostrado que el que sabe jugar al futbol tiene todo lo necesario para aprender a resolver los problemas difíciles de matemáticas o para realizar correctamente el análisis de lengua, si se pone por su parte tanto en conseguirlo como para meter gol al contrario.
Esperemos que en los tres minutos que restan del partido, lamentablemente no concluido por incomparecencia del balón, los dos equipos sigan deleitándonos con su juego y con su inteligencia.

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