martes, 20 de diciembre de 2011

La nueva política educativa

Carlos Rodríguez Mayo
Del discurso de Mariano Rajoy se deducen algunas buenas noticias para nuestro sistema de enseñanza y otras malas: Esto es lo que, según los periódicos, dijo:
1º- Se garantizarán ENSEÑANZAS COMUNES en todo el territorio nacional, de manera que, si los profesores y alumnos de historia sabemos explicar bien la cuestión, la Historia de España podría así recuperar las cuatro horas semanales que perdió por obra y gracia del gobierno del PSOE.
2º- Bachillerato de TRES AÑOS. Al parecer, en vez de prolongar el bachillerato en un año, se pretende transformar para algunos alumnos el 4º curso de la ESO, convirtiéndolo así en un temprano 1º de bachillerato, con lo que se adelantaría la elección a los 15 años. Veremos. 
3º - "Flexibilización de la educación secundaria a través de VÍAS FORMATIVAS DISTINTAS" de acuerdo con los intereses y progresos de los alumnos. Nada que oponer al respecto. Además, una vez que los socialistas abandonaran los presupuestos de la enseñanza comprensiva en su vigente "Ley de economía sostenible", los problemas, por aquí, no parecen especialmente graves.
4º- El BILINGÜISMO español-inglés en todo el sistema me parece bien como planteamiento teóríco, pero enormemente mal en la práctica, porque vende una mercancía desvalorizada, y es que nuestro mal bilingüismo es un invento que sólo sirve para acentuar la degradación del sistema educativo. El bilingüismo sin una selección de un profesorado auténticamente bilingüe, en cuerpos bilingües, y con alumnos autenticamente bilingües en centros totalmente bilingües, es la causa de un grave empobrecimiento del dominio del castellano y de las asignaturas impartidas en inglés. De ello hemos hablado mucho en este blog (consúltese la etiqueta bilingüismo)  
5º- Nuevo sistema de acceso a la FUNCIÓN DOCENTE para primar el mérito, la capacidad y la autoridad. Me alegro infinito. Hoy el sistema, consensuado con los sindicatos mayoritarios, impide a los jóvenes aprobar la oposición, y convierte la oposición en algo que se consigue por el sólo mérito de la antigüedad, que se convierte en condición necesaria y casi suficiente. Sería bueno que se volvieran a convocar oposiciones al cuerpo de Catedráticos y que se activase nuevamente el sistema de acceso a este cuerpo. 

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