lunes, 26 de marzo de 2012

Desde otra perspectiva

Fernando Mansilla
Quisiera aprovechar la oportunidad que me brinda este blog para contar algunos aspectos del Departamento de Extraescolares, y expresar mi opinión particular sobre determinados puntos.
Como todos los alumnos de este instituto saben, el Departamento de Extraescolares es una parte más del Centro, pero ligeramente distinta al resto de los otros departamentos didácticos. Con la mayor ilusión, muchos profesores de este Centro dedican gran parte de su tiempo libre a planificar y desarrollar determinadas actividades fuera del instituto para que nuestros alumnos adquieran actitudes, contenidos y comportamientos que difícilmente se consiguen ante un pupitre.
Evidentemente, estas salidas tienen un coste económico determinado, y más cuando hay que pagar noches fuera de casa. Por ello, en algunos casos se procura utilizar los recursos que el Ministerio pone a nuestra disposición para que el desembolso sea mínimo. Salidas como Pueblos Abandonados, CEAM de Villardeciervos, ...etc requieren de un proyecto previo realizado por los profesores responsables para que te concedan la beca correspondiente y así resulte más económico. En otros casos no hay esta posibilidad y han de pagarlo los alumnos de su propio bolsillo.
Es en estos últimos tipos de viajes en los que se procura rentabilizar al máximo el binomio actividades-precio, siempre teniendo en cuenta un equilibrio desde el punto de vista del alumno: combinamos actividades puramente didácticas como visitas a museos con actividades lúdicas como Port-Aventura.
No cabe la menor duda que las actividades extraescolares afectan al habitual discurrir del Centro. Desde la Jefatura de mi Departamento, se parte con la limitación de que han de realizarse en horario lectivo, porque de lo contrario la inmensa mayoría de los alumnos no participan. Tal ha sido el caso del Grupo de Senderismo del Centro, que se ha suspendido por falta de participación. Actividades extraescolares en horario lectivo y que no se pierdan horas de clase aún no se ha inventado.
A principio de curso, el Consejo Escolar determina las actividades extraescolares que se van a realizar, recortando cuando son numerosas en algún sentido o distribuyéndolas cuando se concentran en determinados cursos. De este modo, se procura planificar el año atendiendo a criterios de equilibrio, lógica o disponibilidad. Al haber actividades provenientes de diferentes departamentos, unas veces serán unos profesores los que las realizan, y otras veces otros. Además, unas veces serán unos profesores los que cuidan a los que se quedan, y otras veces serán otros. Siempre se intenta que sea compensado. Como Jefe de Departamento, siempre animo a los compañeros a participar, y ayudo en todo lo posible para que el diseño de la actividad resulte óptimo en todos los aspectos.
En las actividades de varios días, la responsabilidad del profesor se multiplica, puesto que además de las visitas y demás actividades diurnas, también debemos tener disponibilidad por las noches. Nuestro instituto dispone de una normativa (a mi juicio bastante elaborada, a disposición de todo el que quiera verla) que impide la participación en las actividades a aquellos alumnos que han demostrado mala actitud en clase, pensando sensatamente que si no saben comportarse en el instituto, difícilmente lo harán fuera de él. También se puede mandar de vuelta anticipadamente a aquellos alumnos que tengan comportamientos negativos en el desarrollo de la actividad. Como prevención, tanto padres como alumnos firman un imprescindible Compromiso de Comportamiento para acatar estas condiciones.
Otro problema añadido a estas actividades es el alcohol y las drogas. Todos sabemos que vivimos en un mundo en que las anteriores forman parte de él, pero nuestra labor como docentes es que nuestros alumnos permanezcan alejados de ellas. En todos los viajes de explica por activa y por pasiva la prohibición expresa del consumo de ambas, y en todos los centros a donde nos incorporamos lo repiten hasta la saciedad. Además, se realiza un esfuerzo enorme por parte de todas estas entidades (además del profesorado participante, por supuesto) para enseñar a convivir a los alumnos en ausencia de drogas y alcohol.
A pesar del bombardeo extralimitado que hay en la sociedad del uso de drogas y alcohol, desde nuestro instituto se plantea siempre la conveniencia de alternativas sanas y saludables. En el caso de que los alumnos no lo respeten, siempre se les puede apartar de las actividades y mandarles a casa antes de tiempo.
También el tiempo es un parámetro a considerar en la planificación de las actividades extraescolares. Según acuerdo del Centro, procuramos realizarlas cuando menos puedan molestar al profesorado y cuando menos interrumpan el desarrollo de las clases. Así, se ha ido a Polientes la última semana de diciembre, y a Barcelona la semana anterior a Semana Santa. El intercambio a Irlanda será la segunda semana después de Semana Santa, y sólo dos actividades se han hecho a medias del primer trimestre: la estancia bilingüe en Lekaroz (Navarra) y la participación en el CEAM de Villardeciervos. Conviene recordar que estas actividades las concede el Ministerio por concurso, y si tenemos la suerte de poder participar, es en la fecha que nos adjudican.
Por último, y para no extenderme demasiado, si quisiera reflejar el estado de ánimo de todos aquellos profesores que participamos en este tipo de actividades. Antes de comprometernos todos sabemos de la dificultad y la responsabilidad que entrañan, pero nuestra ilusión por realizar experiencias con nuestros alumnos paralelas a la didáctica convencional hacen que participemos con dedicación. Todos sufrimos cuando hay una situación desagradable, y a nadie nos apetece apartar a algún alumno de la propia actividad. Pero debemos pensar en el beneficio del grupo en su conjunto, y a veces tomar decisiones para que no se repitan comportamientos negativos y que en sucesivas participaciones los alumnos se comporten de manera adecuada y disfrutemos todos. Ésta es la línea en la que estamos trabajando y con la que estamos consiguiendo muchas satisfacciones, pues en estos últimos años no hemos tenido ningún problema en este sentido.
Podría extenderme más, pero el tiempo y el espacio me limitan. He querido tocar varios aspectos de mi Departamento y no tengo inconveniente en ampliar alguno de ellos de forma más extensa en próximas intervenciones.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con todo lo que dice Fernando, es normal que en el plan de excursión a los alumnos se les diga que no pueden consumir ni alcohol ni drogas, pero eso solo en el plan al llegar ahí por la noche los alumnos siempre acaban bebiendo o consumiendo algún tipo de drogas, si lo digo es porque he estado en alguna excursión y lo he visto, pero aun así el Departamento que lo hace no tiene ninguna culpa porque por su parte hacen todo lo posible para que aquello no suceda.

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