miércoles, 9 de febrero de 2011

Comentarios al blog

Carlos Rodríguez Mayo
Convendría hablar de los comentarios a las distintas entradas de este blog. Tenemos la suerte de contar con Bogomilo, Kevin y otros colaboradores anónimos a quienes no tenemos ningún inconveniente en publicar, porque envían documentos bien escritos y con opiniones razonables acerca de lo que decimos. A todos ellos les agradecemos desde aquí que nos sigan y nos guíen con sus comentarios. Sin embargo, a veces nos llegan otros comentarios, también anónimos, cuajados de faltas de ortografía y de faltas de respeto por el que escribe. De eso quiero hablar ahora. Los autores de estas feas inscripciones no sólo son maleducados e incultos, además son cobardes e imbéciles: ¿No se dan cuenta de que aquí no conseguirán publicar sus groseros insultos? Libertad toda, pero con nombres y apellidos, y sin faltas.

3 comentarios:

  1. Lo cierto es que hay por ahí mucho macarilla que se ampara en el anonimato para canalizar sus tensiones, y es que, si por lo menos, los insultos estuviesen bien escritos...

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  2. Que razón Carlos... Si alguien es consciente para criticar una situación, debe ser responsable para asumir los efectos que pueda tener, para eso están los nombres y los apellidos. Yo si he dado mi nombre en cada artículo que he escrito o cualquier comentario, lo he hecho porque lo veo necesario, pueden saber quien soy porque desde mi punto de vista creo que no he faltado a nadie. ahora bien... el que algo tiene que esconder, se esconde bajo el anonimato.

    Un saludo y ¡enhorabuena por el blog!

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  3. Muchas gracias por tus palabras de ánimo, Kevin.

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