viernes, 4 de febrero de 2011

Nothing else to say in the name of bilingual education

David Loyo Pérez
Estimado Carlos:
Tras leer tu respuesta a mi última entrada, debo señalar que, en mi opinión, no detecto huellas de pesimismo en mi escrito, ni siento herida ninguna fe depositada en el debate, por la sencilla razón de que no esperaba en forma alguna que este debate fuera a conducir a ninguna solución del tema planteado, el bilingüismo en el centro. Simplemente he mostrado una opinión, la mía, y creo haberla argumentado, por cierto, bastante bien.
Si digo que la descompensación en materia entre alumnos bilingües y no bilingües es mínima -suponiendo que esta descompensación se dé-, lo que quiero decir es precisamente eso: que es mínima (por lo menos en mi caso), no máxima, como parece que pretendes interpretar de lo que digo. En todo caso, si la frase que escribí te ha parecido “oro”, pues nada: la vendemos y vamos a medias.
Por lo demás, ya sabes que estoy encantado de participar en el blog, pero entiendo que no todo el mundo tenga el mismo interés que tenemos nosotros en intervenir con nuestras entradas ni de tratar de resolver en él los problemas que afectan al centro, porque algunos temas es quizá mejor tratarlos en los ámbitos oportunos, y no sé si un blog es el mejor para esto.
El bilingüismo en los centros seguro que tiene defectos y problemas, y que será mejorable, pero la cuestión por ello está ahí, en mejorarlo, no en eliminarlo de raíz pensando que es incompatible con algunas asignaturas.
Y creo que no hace falta ser muy “sibilino”, sino un poco observador, para ver que la enseñanza en inglés (y del inglés) está en alza: el colegio al que yo fui, por ejemplo, es ahora bilingüe, estuve de visita en él hace poco, y ¡ya me hubiera gustado a mí pillar el bilingüismo cuando estudiaba allí!
Pero bueno, deduzco que este tema continuará y que seguirá siendo un asunto recurrente en el blog y en el instituto, porque veo posturas condenadas a no entenderse. Yo, que no tengo poder de decisión en el centro, no tengo mucho más que añadir, salvo que creo que el bilingüismo puede merecer la pena.
Por cierto, me gusta más “Bogomilo”.
¡Un abrazo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario